martes, 11 de octubre de 2016

SANDRA DE ISIDRO EN LA ASOCIACIÓN WINSTON. YO CUIDARE DE TI AL IGUAL QUE TU CUIDARAS DE MI.



Una tarde soleada de un otoño seco fui a visitar a mis amigos caballos y humanos de la Asociación Winston en la Cañada (Avila), ya sabéis que se dedican a ayudar a caballos  maltratados y abandonados. Rafa y Dolo no dejan de recibir caballos en un estado físico y emocional lamentable. En unos días recibiran a Malak (Ángel), un caballo que fue abandonado atado a un árbol, así llevaba varios días, malnutrido y deshidratado. En la actualidad cuidan a más de 50 entre caballos, yeguas y potrillos. Siempre necesitan la ayuda económica de todos nosotros.



La gran mayoría de los caballos que se encuentran en la Asociación, llegan con unas experiencias de maltrato tanto físico como psicológico, muy resabiados, tienen un miedo atroz a los humanos, no se dejan tocar ni manejar, totalmente esquivos. Una de las funciones de la Asociación es la de quitarles esos miedos que traen para poderlos manejar cuando precisan ser curados y para que sepan que no todos los humanos son iguales, que ahora tienen otra oportunidad de vivir en manada junto a otros de su especie y junto a humanos que se desviven en darles cariño y procurarles bienestar. Por eso se encuentra aquí Sandra de Isidro para  quitarles esos miedos  y para enseñarnos en que consiste la doma natural, que es la herramienta basada en la confianza, que debemos utilizar para enseñarles y adiestrarles, por ser una manera no violenta con la que podemos llegar a que el caballo voluntariamente acepte nuestras peticiones. Este fin de semana entre el 7 y el 9 de octubre de este año 2016, Sandra de Isidro imparte un curso en Winston, como dice ella es un sitio donde se puede aprender mucho por lo difícil que es llegar a algunos de estos caballos. No os perdáis uno de estos cursos, son altamente recomendables e imprescindibles.



Sandra de Isidro y Paula Barco, sentadas en el centro del redondo sin moverse, con un cubo de comida a sus pies, para que el potro alazán Kerry se vaya acercando confiado poco a poco, éste caballo quiere llegar al pienso pero no puede, algo se lo impide, es el miedo que tiene grabado a fuego en su mente de experiencias desagradables anteriores. Mantiene el espacio y lo hace como defensa para poder huir en cualquier momento, se le ve con sus manos clavadas hacia adelante, a veces se acerca lo suficiente y consigue su premio. Desde que llegó ha avanzado mucho y va confiando más en el hombre, se deja tocar un poco.
Entra en el picadero con dos yeguas, una alazana y otra negra y sus potrillos de cuatro meses, yeguas muy hermanadas y los potrillos amigos de juegos, están juntos todo el tiempo. Forman manada y va interactuando con todos, luego se queda con la yegua alazana y su potrillo porque son los más esquivos, el potro no se deja tocar, habrá heredado el carácter de su madre, va consiguiendo que el potro confíe y se acerque, Sandra agachada acerca su mano para que el potro la huela, después coge la pluma de su pelo y acaricia con ella un poco al potrillo, la sesión no dura más de 10 minutos para no aburrirles, ni agotarlos mentalmente.
Yo cuidare de ti al igual que tu cuidaras de mi, palabras de Sandra de Isidro que intenta que el caballo entienda y lo hace procurando ser lo más parecida posible al caballo, por eso cuando está en el redondo con él, imita sus expresiones corporales y juega para ir conociéndole. Se sincroniza y se coordina con el caballo como si fuera un baile con mucha armonía. Así trabaja Sandra, poniéndoselo fácil, enseñándole por partes paso a paso. Descartando que el caballo no quiere hacer algo, centrándose en que no lo hace porque no puede por miedo, por algún dolor, por no estar preparado o por no disponer de fuerza suficiente.



Es una gran profesional, posee una Equinidad y Humanidad asombrosas, siendo tan joven, hasta dónde llegara, sabe mucho de caballos, sabe entrar en su interior, tocar sutilmente su alma y lo que más me impresiono es que al igual que conquista a los caballos sabe transmitir su sabiduría a todos nosotros los humanos, para que nos sirvamos de sus conocimientos, en beneficio de nuestros amigos nobles brutos. Le digo que no todos tenemos tan buena mano o ese don que ella tiene y me afirma que eso trabajando y practicando lo puede conseguir el que se lo proponga.  
            Lleva unas plumas en su sombrero negro y otra en la punta de un mechón de su pelo sujeta con una goma, como si hubiera heredado de los indios no sólo sus adornos sino también su sabiduría de vida, su templanza, sosiego, paciencia, alegría y fuerza. Su amor por la libertad, por la naturaleza y por una vida salvaje más propia de sus amigos equinos. Será por eso que Sandra se entiende tan bien con ellos.
Es necesario integrarnos en la naturaleza  y asilvestrarnos un poco para conectar con nuestros caballos.
Sandra y yo tenemos la mejor maestra, que es Lucy Rees y coincidimos en que cuando tenemos alguna duda o no sabemos que hacer, pensamos en cómo lo haría ella en ese momento.
Cuando me despedí le dije qué si podía escribir sobre ella, y me dijo que si, creí que me sería difícil, pero ha sido un grato placer el haberlo hecho.


David Muriel Holgado.

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