lunes, 22 de febrero de 2016

HEMISFERIOS CEREBRALES Y LA RELACIÓN CON NUESTRO CABALLO.




Conectar con el lado derecho de nuestro cerebro, así sentiremos lo que hacemos con nuestro cuerpo. El poder de la mente y nuestras emociones afectan a nuestro cuerpo y a nuestro caballo. Debemos montar como si el caballo fuera nuestra pareja de baile y aprenderemos a no pelear con él. Un nuevo concepto de equitación utilizando el cerebro derecho, que es intuitivo, nos hace actuar de forma confiada y relajada.

El que utiliza el Hemisferio Izquierdo, es científico, matemático, le gusta lo habitual, lo categórico y practico. Mantiene el control, domina las palabras y el lenguaje. Analiza y manipula la información de forma ordenada, piensa en estrategias, es realista y lógico. Tiene que recibir información para que el lado derecho disponga de ella. Trabajando nuestro cerebro izquierdo obtendremos la capacidad de analizar y anticiparnos, seremos capaces de establecer objetivos claros, de utilizar estrategias; nos hará ser perseverantes, determinantes y voluntariosos.

La persona que utiliza el Hemisferio Derecho, es pasional y creativa, es un espíritu libre. Rebosa de imaginación y sentimiento, esta imaginación puede influir en el movimiento de nuestros músculos. Es poesía, arte y música, con una carga emocional y humorística. No para quieto, muy intuitivo y sensual, sintetiza las cosas con imágenes en lugar de palabras. Es como la sensación que sentimos paseando descalzos por la arena, a la orilla del mar. Le gustan los colores vivos, busca las risas siempre anhelando algo. Cuando piensa con el cerebro derecho será capaz de encontrar soluciones y la buena relación con el caballo es más importante que el objetivo, trabajando con empatía. Con una capacidad más natural de saber cómo enfocar el entrenamiento de un caballo. Para mantener al caballo concentrado, dispuesto y respetuoso, debemos hacer paradas para que asimile lo que se le enseña, no utilizamos mucha presión. Trabajando el cerebro derecho desarrollaremos más sensibilidad y estaremos más receptivos; seremos más diplomáticos, tolerantes, constantes, dulces, pacientes y humildes, obteniendo un cuerpo relajado y flexible.

Lucy Rees dice en un artículo, que: “es posible ver que partes del cerebro son activas durante varios tipos de actividad mental, mediante los scans MRI. No existe exclusividad en el derecho o izquierdo en las actividades, ya que hay muchas partes del cerebro que actúan y se coordinan. Los dos lados deben dejar de luchar y fluir más. Concentración sin tensión, relajada y feliz. Los niños y los animales no tienen desarrollado tanto el hemisferio izquierdo.
En tamaño, el cerebro humano es más del doble de grande que el del caballo,  gran parte es donde los hombres tenemos la razón, la lógica, la imaginación, la planificación del futuro, el lenguaje, etc.
El cerebro del caballo tiene poca capacidad de racionalizar, no puede imaginar, no tiene concepto de futuro, no hace planes. Vive el presente, el momento, con su gran memoria mantiene los recuerdos de lo bueno y lo malo que le ha pasado. Si algo ha cambiado en su entorno lo detecta inmediatamente. La parte del cerebro que controla los movimientos en equilibrio en el caballo es más grande.
El sistema límbico es la parte del cerebro implicada en las emociones, el hambre y la sexualidad. El sistema límbico es igual en el caballo que en el hombre e igual de complicado.
Nuestra situación y estado de ánimo lo manifestamos a través de nuestro cuerpo y la expresión de nuestros gestos faciales, esta es la comunicación más antigua donde dejamos aflorar nuestras emociones. En la equitación, el sistema emocional condiciona en todo momento la relación entre hombre y caballo, y debemos ser capaces de dejar de reaccionar continuamente a cada uno de los estímulos que percibimos. Esta reacción la hacemos a través de los músculos, que nos delatan sobre nuestro estado de ansiedad. Imaginar la siguiente situación: Estamos con nuestro caballo por el campo, se levanto mucho viento, un plástico sale volando, un perro ladra, perdemos un estribo … nuestro caballo se asusta y quiere escapar de esa situación, el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro deberá aceptar todo como hechos y descartarlos, no teniéndolos en cuenta, para actuar con calma y evitar el desastre.
A los caballos les gustaría que la persona actuara con ellos desde el enfoque de su hemisferio derecho de su cerebro, para ellos es más fácil de usar, ayuda a una buena conexión con el caballo. La forma de actuar del caballo es con una actitud de hemisferio derecho. El caballo necesita un líder que le oriente y le de seguridad, por eso el hombre necesita tener intuición y una capacidad de liderazgo muy flexible. Al caballo le gusta aprender y realizar lo que pedimos cuando no le forzamos a hacerlo, por eso si le damos más libertad, conseguimos una actitud mejor y una buena voluntad.  La persona que utiliza el lado izquierdo de su cerebro no será tan flexible y no apreciara el estado de ánimo de su caballo en cada situación.

El caballo durante siglos ha sido controlado y entrenado desde un enfoque cerebral izquierdo. Hay formas de entrenar a los caballos que su objetivo es hacerlo sumiso y sin voluntad, pero no nos damos cuenta que así siempre quedan resistencias ocultas. Con estos métodos no se consigue la lealtad del caballo. No abusar del caballo, pero cómo sabemos si abusamos o no,  lo que es abuso en un momento puede no serlo en otra circunstancia. Una caricia evidentemente no es abusiva, pero unos golpes en su cuello que propina el jinete a su caballo para felicitarle, después haber obtenido un buen resultado en una prueba, puede que si. Un simple toque puede ser abuso, si le causamos una molestia emocional o física, en cambio un golpe con nuestra mano para matar una mosca lo agradecerá. El trabajo con el caballo en libertad nos quita esta preocupación, si el caballo no nos presta atención o se va, es que no lo estamos haciendo bien o estamos abusando, esto nos hace actuar con más sensibilidad y delicadeza para que acepte lo que pedimos.
Hoy en día se entrena a los caballos con rapidez sin mirar por su bienestar. Si lo adiestramos utilizando el método de doma en libertad, obtenemos una mayor lealtad del caballo y conseguimos que sea más fiable. Su bienestar, la calidad de la conexión y la relación con él, será más importante que el objetivo que queremos conseguir. Si adiestramos en libertad al caballo en picadero redondo por ejemplo, si actuamos de forma violenta y con poco tacto, conseguimos que el caballo se vaya, por eso no tenemos más remedio que actuar con delicadeza, suavidad y sensibilidad, trabajando desde el lado derecho del cerebro, como una forma de establecer una conexión con el caballo.

Este tipo de actuación nos ayuda en nuestra vida, haciéndonos ver como debemos comportarnos. Se debe disfrutar aprendiendo. Cuando se obliga a aprender algo por la fuerza, lo que se consigue es traumatizar a la persona. Cada uno tiene sus preferencias y habilidades, el educador debe saber como orientar a cada alumno, respetando sus preferencias y educando sin presionar, ni abusar. 
Los sistemas educativos no se preocupan en enseñar a utilizar más el cerebro derecho que el izquierdo. Por nuestra cuenta a través de ciertas actividades, debemos educar esta parte importante de nuestro cerebro.

David Muriel Holgado.

lunes, 8 de febrero de 2016

BENEFICIOS DE LAS TERAPIAS CON CABALLOS.



BENEFICIOS DE LAS TERAPIAS CON CABALLOS.
Las terapias con caballos tienen unos efectos y unos beneficios inmediatos. Mejora la calidad de vida del usuario y de las personas de su entorno.
El movimiento del caballo es variado, rítmico y repetitivo, hace que el usuario mueva su pelvis como si fuera caminando. Especialmente indicada para niños, que recibe esta actividad como un juego que realiza al aire libre, por eso el niño se motiva e influye positivamente en el desarrollo del tratamiento.
Montar a caballo ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas, tengan o no discapacidad. El movimiento del caballo ayuda a normalizar el tono muscular, aumenta la fuerza del jinete, su postura y su equilibrio.
El movimiento de una persona a caballo al paso, es casi idéntico a los de una persona caminando, siguen el mismo patrón de movimiento en la pelvis y el tronco humano cuando el jinete está sentado en el dorso del caballo. El dorso del caballo es comparable a un plano oscilante movible en los tres planos del espacio, por eso se dice que el caballo tiene un movimiento tridimensional, aportando un fuerte impacto de naturaleza sensorial, propioceptiva y vestibular, útil tanto para la adquisición de un control postural correcto, como para el aprendizaje de las reacciones de enderezamiento y equilibrio. Además, la temperatura del caballo es superior a 38,5 grados centígrados, muy superior a la temperatura humana, esto tiene efectos relajantes obteniendo una reducción de la espasticidad.
En un caballo de 1,40 a 1,60 metros de alzada a la cruz, si éste va al paso, la frecuencia del ritmo del caballo es de aproximadamente 110 impulsos, dos pasos del caballo equivalen a un ciclo de movimiento armónico. Si el ritmo del paso del caballo es de menos de 55 pasos por minuto el resultado del movimiento transmitido al jinete tiene propiedades relajantes, si el ritmo del paso es de más de 55 pasos por minuto el resultado del movimiento trasmitido al jinete tiene propiedades estimulantes.
El que una persona supere el miedo o reparo de estar ante un animal tan grande y poderoso, hace crecer la autoestima de la persona, al ver que puede estar y relacionarse tranquilamente con el caballo, la autoconfianza aumenta, la situación nos obliga a estar atentos y concentrados. Los usuarios pueden tener tensiones tanto físicas como emocionales, con las terapias ecuestres estas tensiones tienden a desaparecer.
También mejora el sistema propioceptivo que está compuesto por una serie de receptores nerviosos que se sitúan en los músculos, articulaciones y ligamentos, envía información a la médula y al cerebro para que la procese, una vez procesada por el cerebro la envía a los músculos para que realicen los ajustes necesarios en lo relativo a la tensión y el estiramiento muscular y así conseguir el movimiento deseado. El usuario recibe una correcta información del campo propioceptivo en donde se facilita tanto la idea del espacio como la ejecución de movimientos gestuales, lo que da lugar a la integración de un nuevo esquema corporal.
Los beneficios que la equinoterapia brinda son integrales, considerando que pueden mejorar desde el punto de vista físico, neurológico y psíquico del paciente.
Esta técnica mejora el equilibrio, la movilidad, la postura y regula el tono muscular, no existe ninguna maquina que nos haga mover tantos músculos simultáneamente, además estar con caballos en plena naturaleza es muy divertido, hace que percibamos muchas sensaciones y estamos rodeados de estímulos que favorecen a nuestro bienestar. Con el caballo al paso, llegan gran cantidad de mensajes, estimulando la respiración, el lenguaje, el comportamiento y se activa el área cognitiva, emocional y afectiva.
Importantísimo desde el inicio de la terapia es conseguir una buena postura de la espalda del usuario,  esta postura favorece el funcionamiento de la medula espinal, que es el principal flujo de información que se extiende por todo el cuerpo. Las terapias con caballos hacen que se fortalezcan los músculos en la espalda y en el cuello, con ello favorecemos este flujo de información. El movimiento del caballo contribuye a corregir problemas de la espalda como la sifosis, lordosis y la escoliosis. Un caballo que marche al trote, transmite vibraciones que viajan a través de la medula espinal llegando información al cerebro. Este movimiento variable, rítmico y repetitivo reporta beneficios al sistema locomotor y al sistema nervioso, actúa sobre los músculos, los huesos, tendones, ligamentos y nervios.
El caballo al desplazarse exige del jinete ajustes tónicos para adaptar su equilibrio a cada movimiento. Trabajando al paso durante 30 segundos aseguran al usuario entre mil ochocientos a dos mil doscientos ajustes tónicos. La interrelación entre las distintas partes del cuerpo humano, sus sistemas y funciones son estimuladas, ejercitadas y rehabilitadas. Además actuando de una forma activa el cerebro,  ningún músculo se mueve en el cuerpo sin que el cerebro se entere.
De las terapias con caballos se benefician muchos usuarios con distintas patologías, en los tratamientos se han de tener muchas precauciones, los especialistas médicos de cada dolencia serán los que darán la autorización para que puedan recibir sesiones e informaran a los equinoterapeutas como deben actuar en cada caso para hacer prevalecer al máximo la seguridad.

AREAS QUE SE BENEFICIAN DE LAS TERAPIAS ECUESTRES.

Área Psicológica  y Cognitiva.
El hombre tiene un vínculo emocional con el caballo, adquirido a través de convivir con él muchos años, admirado por su belleza y fuerza, transmite sensación de libertad, es un fiel amigo que siempre nos servimos de él. La labor de este animal representa una imagen de poder, realizando todo aquello que el terapeuta le pida con cierta flexibilidad y comprensión. El calor que el usuario recibe al estar sobre su dorso y el movimiento de balanceo que realiza, nos puede llevar a representar la figura humana materna, observado desde una perspectiva fundada en la psicología, la cual otorga de manera inconsciente beneficios fisiológicos, emocionales, físicos y sociales.
La psicología entrega toda una serie de situaciones a nivel emocional que potencializan las capacidades del paciente.
Los caballos animan a que el usuario participe, haciéndoles sentir importantes para otro ser, encontrando en él, a un amigo.
Desarrolla el respeto, la responsabilidad y el amor hacia los animales. Los terapeutas deben dirigir al usuario, y orientarles haciéndoles participes en el cuidado del caballo, realizando tareas de limpieza y cepillado, dándoles de comer, saludarles cuando se acercan a él, dándole las gracias por haber dejado que montara encima, llevándoles del ramal a la ducha o dándoles un paseo.
Corrige problemas de conducta. El estar con el caballo y participar en su cuidado, haciendo responsable al usuario de pequeñas cosas, como hacer que salude, acaricie y cepille al caballo antes de montar. La conducta del usuario cambiara, sintiéndose útil.
Mejora la concentración y capacidad de atención. Estar alrededor de un animal o encima de él, obliga a estar más atento y concentrado, tiene movimientos rápidos y te puede pisar, tienes que estar atento a su reacción al tocar alguna parte de su cuerpo que le sorprendas.
Contribuye a mejorar las estereotipias, que son la repetición involuntaria e intempestiva de un gesto, acción o palabra, que ocurre sobre todo en ciertas personas con necesidades especiales.
Paciencia. Adquiere el usuario esta cualidad y hace que no se precipite, recibe la información de que para montar tiene que ser paciente y puede que antes que él, tenga que montar otra persona. Tiene que recibir con agrado las instrucciones que el terapeuta le indique.
Aumenta la autoestima y la seguridad en sí mismo. Las personas con necesidades especiales muchas veces no pueden realizar las tareas más normales y habituales que otras personas si hacen. El simple hecho de contar a sus amigos que él ha podido acercarse y cepillar a un bello caballo, enseñar una foto en la que está montando equilibrado, todo eso es un motivo de orgullo, su autoestima aumenta y se siente a gusto consigo mismo. Tal vez ese amigo que juega y corre en el patio del colegio nunca se acerco ni monto en un caballo y él lo consiguió.  
Otorga Auto control. Es necesario para estar arriba en el dorso del caballo que se controle, que no se mueva, que no de voces que puedan asustar al caballo. El respeto a un animal tan grande hace que el usuario que por sus patologías sea muy nervioso actúen ante él con más calma.
Eleva la capacidad de atención y memorización. Con los juegos y ejercicios que le propone el terapeuta motiva a que preste atención, si van cantando una canción, se le pide que la cante el sólo y así ejercita la memoria.
Aumenta la responsabilidad. Es una persona importante, él es responsable de que las cosas del caballo, como pueden ser cuerdas, cabezadas etc. estén en su sitio. Se le pueden mandar muchas tareas siempre a la altura de sus posibilidades e ir aumentándolas.  
Reduce el estrés y la ansiedad. El ejercicio físico hace y genera hormonas beneficiosas para el hombre. Hormonas que contribuyen a disminuir el estrés y crear bienestar.
Ayuda a saber afrontar la frustración. Hay cosas que no nos salen bien, no tiene porque salirnos todo bien, ni perfecto. El ambiente alrededor de las terapias con caballos debe ser distendido y preparado para que a los usuarios les salga todo bien, o al menos hacer que la frustración sea leve al hacerles ver que no pasa nada si no haces bien algo al principio, que vamos a poner los medios para que poco a poco lo consigamos.
La comunicación aumenta al tener la necesidad de comunicarse, ya sea con lenguaje corporal o a través del lenguaje de la palabra. La disciplina y el orden son necesarios cuando en las actividades que realizamos intervienen varias personas. El usuario debe obedecer las órdenes claras que da el terapeuta.
El comportamiento en el Centro Ecuestre, en casa, en el colegio etc. cambia. Este cambio a mejor es debido a que debe cumplir normas y seguir instrucciones cuando realiza las terapias ecuestres. Muchas veces a través de juegos encima del caballo, que van dirigidos a que el comportamiento mejore. Ha de ser lo que diga el terapeuta, aunque a veces como premio se puede pedir que elija entre un ejercicio u otro. Los caprichos no se toleran, las negociaciones se fomentan.
Mayor grado de autosuficiencia. Comprueba el usuario, que es capaz de hacer más cosas de las que creía. Que puede ser menos dependiente de los demás. Si es capaz de mantenerse y moverse encima de un caballo, puede hacer lo que se proponga.
Reforzar el conocimiento de diferentes partes del cuerpo. Es importante que se trabaje para que conozca como se llama cada una de las partes de su cuerpo, dando instrucciones como, tócate la oreja derecha, ¿qué está más cerca de tu nariz, tu boca o tu pie? etc…
Aumentar la seguridad en sí mismo y su autonomía. Se ve que, como confiamos en él, puede estar seguro de que algo que ha aprendido lo realizara bien. Aprendiendo a tener seguridad de sí mismo, cada vez más aumenta su autonomía, muchas cosas que antes las tenían que hacer por él otra persona, ahora es capaz de hacerlas. Ya sean tareas básicas, como lavarse los dientes o atarse el cordón de los zapatos, o tareas más complejas como ponerle la cabezada a su caballo.
Mayor control de sus emociones y autodisciplina. Antes por cualquier cosa se ponía a llorar, vamos a inculcarle que no sirven los caprichos, que lo va a pasar bien, pero que para conseguir algo, la manera menos fácil es a través de rabietas y llantos. El mismo se debe imponer una disciplina que le lleve a situaciones muy satisfactorias, eso en el Centro Ecuestre con los caballos, con terapeutas y otros usuarios, podrá hacer lo mismo en su casa y en el colegio.
Potenciar el sentimiento de normalidad. Debe sentirse normal e igual que los demás, con las terapias aprende que lo que le ocurre a él es lo que le ocurre a las demás personas, él no puede hacer lo que muchos hacen, pero otros no hacen lo que él. Cada cual hace lo que puede. Todos somos iguales. Algunos tienen necesidades especiales.

Área de Comunicación y Lenguaje.
Mejorar y aumentar la comunicación gestual y oral. Muchos ejercicios y juegos en los que se les pide que tienen que comunicarnos algo o darnos información, si puede, debe hacerlo a través de gestos o con la palabra. Enseñamos las letras y que al juntar estas formamos palabras y uniendo las palabras formamos frases para poder comunicarnos. Ir aumentando el vocabulario. Muchos ejercicios de equinoterapia destinados a este fin. Va a construir la palabra “mamá” con su caballo, ira en la pista donde está la letra “m”, luego donde la “a”, después otra vez a la “m” y seguido a la “a”, en todo momento guiándonos por donde debemos llevar el caballo y donde parar. Saber que ha podido construir la palabra de la persona que más quiere, es un logro para él y un orgullo para su madre. Descubre que si puede comunicarse hablando puede llegar a conocer a más gente y cosas que le interesen. También con las terapias ecuestres y de la mano de profesionales como logopedas y foniatras, o utilizando sus técnicas los equinoterapeutas pueden hacer que el usuario mejorare en la articulación de las palabras.
Estimulación del lenguaje y la sociabilización. Muchos ejercicios en equinoterapia directa o indirectamente van dirigidos a que el usuario se comunique a través del lenguaje, para hacer saber a los demás que es lo que necesita, en el plan material o emotivo. Va conociendo las letras, así puede construir palabras sencillas. Mejora la articulación de la palabra, permitiendo construir frases correctamente. El contacto con otras personas que van a recibir terapia, así como con sus familiares, hace que se abra más a la sociedad y pierda esa timidez o miedo que le impone el contacto con otras personas, que estas lo van a tratar con cariño y como a uno más.
Corrige la ecolalia, que es una perturbación del lenguaje, consistente en repetir involuntariamente una palabra o una frase, los niños autistas (puede disfrutar al oír las palabras que repite). Puede indicar que no ha entendido lo que se le dice. Imitan incluso el acento del orador.


Área Psicomotora.
Mejora el estado físico general. Corrige problemas posturales y el control postural mejorando el equilibrio y la movilidad. Corrige el tono muscular, la deambulación y coordinación. Estimula reacciones de enderezamiento. Incrementa la disociación y flexibilidad de la columna. Al estar el caballo constantemente en movimiento, la persona montada sobre él debe adaptarse y reaccionar ante los movimientos de éste. Contribuye a facilitar la marcha del usuario a través de movimientos tridimensionales del caballo. Corrigiendo problemas de la espalda como la sifosis, lordosis y la escoliosis.
Fortalece la musculatura y facilita su relajación, así corrige problemas de espasticidad. Las personas hipotónicas e hipertónicas se encontraran mejor.
Estimula el desarrollo psicomotor. Ayuda a la coordinación, a los reflejos y a la planificación motora. Mejora y regenera la Coordinación motriz tanto gruesa como fina. Mejorara la coordinación bimanual.
Aumenta la capacidad de planificación motora y el control de los reflejos. Estimula el sistema sensomotriz ayudando a la integración sensorial. Favorece la función vestibular.
Reduce patrones de movimientos involuntarios y patológicos fomentando los patrones normales. Se consigue reprogramar el cerebro del jinete a través de los movimientos del caballo. La Ataxia que es un desorden del sistema nervioso locomotriz que afecta a los movimientos voluntarios; los movimientos son bruscos, tienen dificultad para medir la fuerza, la distancia, la dirección de los movimientos lentos. También la Atetosis que es un trastorno de origen nervioso caracterizado por movimientos continuos involuntarios, principalmente de dedos y manos.

Área del aprendizaje.   
El terapeuta prepara la sesión con ejercicios destinados a que el usuario aprenda conceptos de muchas palabras y acciones cotidianas, se realizaran a través de imágenes y pictogramas. Se utilizan canciones y música para enseñarles.
En el centro ecuestre en el tiempo que pase allí, el usuario a través de monitores y sin necesidad de montar en el caballo aprenderá a cuidarle. Colabora en las tareas de higiene de las cuadras y de los caballos. Sabrá cuales son los utensilios que se emplean para limpiar al caballo y aprenderá a distinguirlos. Conocerá el equipo que se le pone al caballo y el orden de su colocación, ayudara al monitor a preparar al caballo.
Se le enseñara a montar sin silla y con ella. A que suba y baje del caballo, primero con ayuda y después el sólo. Aprenderá a llevar al caballo al paso, al trote y al galope. Se le facilitara el aprendizaje de destrezas ecuestres.

Área  Social.
Las terapias ecuestres están dirigidas e indicadas a muchas personas, que pueden tener algún problema tanto físico como psíquico. También a personas que por algún motivo se encuentren más o menos en exclusión social. Existen colectivos a los que de forma genérica les pueden venir bien el contacto y las intervenciones con caballos. Estos pueden ser colectivos de personas privadas de libertad en centros penitenciarios, personas con problemas de dependencias en rehabilitación, colectivos de personas procedentes de familias desestructuradas, etc… Se pueden preparar programas individuales y colectivos.
Los beneficios de las intervenciones con caballos en el área social son: La autoestima aumenta facilitando la inserción social. El usuario se relaciona con personas que no están en su entorno familiar, escolar y social. Aprenden de forma amena el manejo de límites, respetan las reglas, el orden y la seguridad. Les ayuda a superar miedos y fobias, sintiéndose más seguros ante los avatares de la vida. Se crean relaciones de amistad con los compañeros de terapias. Inculca el respeto hacia los animales. Recibe muchos estímulos y aumentan sus experiencias y vivencias. Supera el miedo a un animal tan grande. Se prepara para afrontar de forma calmada situaciones nuevas.  Se incrementa la interacción social.

Área Médica.
Muchas personas con discapacidad que reciben terapias con caballos, tienen una movilidad reducida. A parte de los problemas particulares de su dolencia, muchas veces se juntan algunos añadidos que los podemos englobar en el área médica. Con el movimiento  y el calor del caballo que transmite al usuario y los ejercicios que éste realiza pueden mejorar: Su sistema digestivo, los movimientos rítmicos de la pelvis estimula la peristalsis del intestino, las personas que no pueden caminar pueden padecer estreñimiento crónico, el paso y el trote les viene bien para estimular los órganos del abdomen. Se estimula el sistema respiratorio y mejora la circulación sanguínea. Muchos usuarios con problemas de sueño, desde que reciben terapias comienzan a dormir mejor.

David Muriel Holgado.