sábado, 16 de noviembre de 2013

MAR DE LÁGRIMAS.


Sentimientos, emociones y caballos.
Los que acudieron al prado “El Juncal”, en San Cristóbal de la Cuesta pudieron experimentar la magia del caballo, en un domingo de noviembre con mucha luz.
A qué vinimos, qué nos ronda por nuestra cabeza, qué tenemos que solucionar, qué camino escoger.
Los caballos siendo tan sencillos nos pueden enseñar tanto. Simple, si te sigues portando así, no puedes estar a mi lado. Del caballo dominante se alejan, o lo echan, no estés conmigo.
Seguridad, compañía y libertad… no es también a lo que aspiramos todos nosotros… Eso es lo que necesita el caballo. Estar seguro junto a otros caballos amigos, se comunican entre ellos para avisar de un posible peligro, siempre están en alerta. Busca la compañía de otro que esté calmado y que confíe en él. Los caballos se hermanan entre ellos y con los humanos. Libertad necesaria para poder huir de un peligro.
Si eliges bien a la persona que va a viajar contigo en la vida, lograreis juntos pasar todos los obstáculos.

Creemos que contamos con gente que nos ayudara y en realidad estamos solos para resolver nuestros problemas. Está en nuestras manos, echémosle imaginación.
¿Qué podemos hacer para arreglar esto? El mal ya está hecho. Somos complicados y como pez en la red no encontramos salida. Antiguas vivencias fuertes que aun no hemos superado. Expresar con libertad nuestros sentimientos.
Estamos cautivos por una sociedad que nos dirige, bloqueados por una educación recibida que no nos deja mover, nos indica que es mejor no tener iniciativa, que es más cómodo no hacer nada. Tienen inventada nuestra vida.
Flotando en un mar de lágrimas, esa casa de madera que mis manos me ayudaron a construir, sentimientos parecidos de personas diferentes, emociones compartidas que muchas no saldrán de allí.

La vida es un mar de lágrimas…
lágrimas de tristeza, de soledad, de alegría, de amistad…lágrimas de vida.
¿Coaching con caballos?
¿Caballos que nos dicen lo que somos y lo que nos ocurre?


David Muriel Holgado.