lunes, 22 de abril de 2013

SU CABALLO LE SALVO DE LOS LOBOS.



Mi amigo Pedro Muriel me recordó el otro día, una historia que nos contó el tío Kiko de Linares, hace ya más de treinta años, cuando nosotros éramos unos adolescentes y él, un octogenario carnicero jubilado, ex emigrante en Cuba, curtido en mil batallas y que le prometió fidelidad y amor eterno a la tía Asunción, antes de partir a la isla caribeña, cosa que cumplió a pesar de las presiones del jefe de la Policía Municipal de La Habana,  para que se casara con su hija, allá por los años cuarenta. 
 Es lo bueno que tiene tener amigos de toda la vida, en ocasiones te permite traer a la memoria cosas que ocurrieron hace muchísimo tiempo.
 Aquel verano, estuvimos trabajando en la Sierra de Salamanca recolectando fresas en el mes de junio.  ¡No las he vuelto a probar más ricas desde entonces¡ Teníamos que trabajar en cualquier cosa para ayudar a la familia y poder seguir con los estudios. En la casa de este hombre tuve el primer contacto con el enganche, si así podemos llamar. Yo ya interesado por los animales, se nos unió a la cuadrilla de jornaleros el burro, compañero inseparable de la familia “Carulo”, que así los llamaban en el pueblo. Este asno tordo tiraba del carro que llevaba  las cajas con las fresas. El amo Kiko, nos enseñó a preparar al burro para el carro. Nos dijo como había que poner el collerón, los petrales, la cabezada con anteojeras y la retranca. Estaba orgulloso de nosotros y no lo ocultaba porque “éramos los únicos criados que habíamos aprendido a aparejar el burro, en la primera lección”. Con el animal teníamos nuestra complicidad, siempre agradecía que al final de la jornada le acompañáramos hacia la cuadra, con nuestro brazo sobre su cuello y contándole cosas al oído. Esas travesuras que solo se hacen cuando se tiene una determinada edad.  Tampoco se me olvidará la cara de asombro, que ponía el guardia civil de puertas, cada tarde, al ver la escena cuando pasábamos delante del cuartelillo.
 Con el espinazo molido por la dura jornada, en aquella minúscula cocina, y mientras se freían los huevos y los torreznos de tocino a cámara lenta, a la lancha de la lumbre, así nos contaba aquel hombre su peripecia: “Regresando al pueblo, se me echo la noche encima. La oscuridad se agrandaba por momentos, con una luna menguante que iluminaba poco. Con un cielo sin estrellas y en un camino estrecho que atravesaba un bosque tupido de robles, las sombras aparecían a cada momento y los miedos también. Yo conocía este camino como la palma de mi mano, al igual que mi caballo alazán, pues habíamos pasado por allí muchas veces. Veníamos de Tamames, donde había comprado cuatro cabritos para matarlos en la fiesta. Atados por  sus patas venían cuidadosamente guardados en las alforjas, dos a cada lado. En apariencia, todo transcurría dentro se la más absoluta normalidad, cuando de repente, el caballo empezó a intranquilizarse. Se movía nervioso, relinchaba y bufaba, no respondía a las riendas, volvía su cabeza hacia atrás mirando a los cabritos, golpeaba el suelo con sus manos. ¿Qué te pasa caballito? Tranquilo, no pasa nada, ¿Qué habrá notado? ¿Por qué estará tan nervioso? Baje del caballo para intentar calmarle, él se retorcía y seguía mirando las alforjas donde estaban los cabritos. Empecé a escuchar ruidos entre la hierba seca y los arbustos a los lados del camino. A juzgar por la actitud de “Colorao”, parecía inevitable, que algo trágico iba a ocurrir. De repente se me ocurrió una idea. Cogí un cabrito y sin desatarle las patas lo deje en el suelo. El caballo empezó a calmarse inmediatamente. Con toda celeridad, puse el pie en el estribo para subir, saliendo a galope tendido, como alma que huye del diablo. A pocos metros volví la vista atrás y vi como tres lobos devoraban el cabrito, en medio del camino. Ese don majestuoso, ese instinto superior de mi caballo, me había salvado la vida”.
David Muriel y Pedro Muriel.
caballoduende@yahoo.es  Tel: 658183439
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viernes, 12 de abril de 2013

EL CÓLICO EQUINO.

El cólico es el causante de una gran parte de las muertes de nuestros caballos, según las estadísticas 4 de cada 100 tendrán cólico en un año. Con este artículo quiero dar a conocer ciertos datos a tener en cuenta cuando se nos presente, ojala que nunca. Espero que os sirva y perdonar porque no soy experto, pero si he tenido que enfrentarme a alguno con fatales consecuencias, de haber sabido lo siguiente me habría resultado mejor.

El Cólico es una Patología más o menos grave que afecta al intestino. Se presenta con dolor de tripa. Un problema digestivo puede producir un estado de shock debido a la absorción de toxinas en el intestino afectado. Se pueden producir cólicos, en momentos de estres, después de un viaje, en las romerías, y si además se observa que caga duro, estar alerta. Se dan más en caballos estabulados que los que viven en grandes fincas, porque es un animal diseñado para estar suelto, pastando y comiendo hierba variada durante más de quince horas al día.
El miedo y las situaciones de estrés provocan que la adrenalina haga aumentar el ritmo y la frecuencia cardiaca. Sudan mucho para quitarse el calor ocasionado y se deshidrata, huye como respuesta normal al miedo, luego llega a un estado de seguridad y se calma; si no le dejamos huir sujetándole bien del freno o de la serreta, se para la digestión en su intestino, a veces se produce un cólico, los hidratos de carbono están a nivel alto en la sangre por no utilizarlos, provocando la infosura.
Provoca el cólico el estreñimiento agudo, la parada de los movimientos intestinales por una subida de estrés, también la deshidratación y los parásitos intestinales.




Lo mejor es prevenir:
-Su estomago es pequeño por eso no puede absorber grandes cantidades de comida, comerá pequeñas cantidades durante todo el día, los cereales y el pienso se le dará varias veces al día en pequeñas cantidades. Mucho pienso al día, aunque sea en varias tomas, al no absorberlo correctamente se corre el riesgo de  que padezca trastornos digestivos como cólicos o laminitis. Consultar cantidad, no hay cantidad ideal, depende del caballo y del trabajo que realice.
-No hacerle trabajar si no ha pasado una hora después de comer pienso.
-Antes de darle el pienso después del trabajo, dejar que se enfríe sin corrientes de aire.
-No dejarle beber mucha agua después de comer pienso. Que no beba agua fría en invierno ni cuando todavía está él caliente.
-Un caballo en un campo en el que no tiene nada de vegetación y no dispone de otro tipo de alimento puede comer tierra. Cólicos de arena. Tener mucho cuidado.
-En un terreno donde hay muchas encinas o robles, en la temporada de las bellotas si éstas están verdes, el que coma mucha cantidad es peligroso.
-Si siegas hierba verde, debes dejarla secar para que se haga heno antes de dársela, si se la das verde y mojada, o llueve y se moja, es una bomba peligrosa en su estomago.
-La hierba segada con cortacésped que no la corta, la tritura, esta hierba fermenta, no se le dará nunca, ni aunque esté seca. Es mortal.
-La paja no es buena, provoca cólicos por impactaciones. Se la damos mezclada con heno, forraje o alfalfa.
-Con picos en los dientes y en las muelas no mastica bien la comida eso puede producir cólico.
-Evitar los cambios en la alimentación, controla las salidas al pasto si la hierba es fuerte, dar papilla de salvado con regularidad sobre todo el día antes del día de descanso.
-El caballo que traga aire o tiene úlceras tiene más riesgo de padecer problemas digestivos.
-Las dietas altas en almidón en las yeguas gestantes puede afectar al desarrollo de los sistemas que regulan la energía del metabolismo.
-La alfalfa y la avena tienen mucho almidón. La avena es una fuente energética con una gran cantidad de almidón, no debemos exceder del 15% de la ración. Si pasamos de 4 gramos de almidón por kilo de peso vivo podemos tener más trastornos digestivos y aumentan los gases. Altos niveles de almidón también se incrementa el riesgo de padecer problemas de desarrollo óseo.
-Cuando se inyecta un tranquilizante no debe comer hasta pasadas doce horas y comenzar la alimentación dándole heno de buena calidad.
-El Aloe contiene una gran cantidad de enzimas, lo cual ayuda en el proceso digestivo de los caballos, previniendo de cólicos y mejorando su estado en general.
-Aumentar el nivel de fibra en la dieta para repoblar la flora intestinal.
-Se añade a la dieta chaff de alfalfa para aumentar la producción de saliva y subir el ph, esto protege el estómago de úlceras.

Los Síntomas pueden ser los siguientes: Está triste, se echa continuamente al suelo, está dolorido e incómodo, se mira mucho los flancos. La deshidratación es de moderada a grave, hacer la prueba de deshidratación, pinzando la piel del cuello. El color de la mucosa cambia de rosa natural a granate. Si presionamos con un dedo en las encías tarda mucho tiempo en recuperar su color normal. La frecuencia cardiorespiratoria aumenta. El que defeque no quiere decir que el riesgo ha terminado. El caballo con cólico rascara el suelo, se revuelca, mira su abdomen dándose patadas con sus patas traseras al no aguantar el dolor, sudara mucho. Un caballo con 80 pulsaciones por minuto tiene fuertes dolores.
Varios casos: Un caballo con dolor, heces duras, falta de tránsito en el intestino, incapaz de orinar, se revuelca desesperado. El caballo no tenia nada en el estomago, estaba deshidratado porque no había bebido agua al hacer mucho frio.
Otro que tenia muchos gases en el estomago, con mucho dolor y un posible desplazamiento del colon, estaba deshidratado porque no había bebido agua al estar muy fría.
Uno tenía un cólico por impactación de paja. Tuvo que ser operado, estaba deshidratado y tenia mucha paja atascada en el colón, además no podía masticar bien porque tenía picos en los dientes, eso aumenta el riesgo de padecer cólico. Para evitarlos se recomienda dar heno y que el agua no esté muy fría, y revisar la dentadura. El caballo que está pastando casi siempre desgasta muy bien los dientes y las muelas, así no tendrá picos.



Llamar cuanto antes al veterinario puede salvar la vida de tu caballo. En caso de cólico no dejar que se revuelque. Conviene tener en el botiquín bebida para cólicos. Pasear un poco al caballo del ramal. Quitar de su alcance todo tipo de comida. Hay medicamentos que usan habitualmente propietarios y algunos veterinarios que no están especializados en caballos que están contraindicados pudiendo empeorar el estado y producir más deshidratación, como puede ser la furosemida. La vasopresina es una hormona que se produce por el dolor y el miedo, retiene agua, el caballo no orina, con cólico no orina, cuando lo consigue, es una señal de que está pasando el dolor, no pienses que es un cólico al riñón, prácticamente no lo tienen los caballos, no darles diuréticos para provocar la orina, aumenta su deshidratación y provoca el cólico, podríamos matarle.

El veterinario realizara como medios de diagnostico: El sondaje nasogástrico para suministrarle parafina líquida u otras substancias, también los caballos no pueden devolver, esta sonda les ayuda a liberar gases y líquidos de su interior. Palpación rectal. También puede realizar una ecografía abdominal para conocer el estado clínico del caballo. Se recomienda hacer una endoscopia para ver si hay úlcera. Realizar una abdominocentesis que es una punción en la barriga para extraer líquido, éste indica si es urgente la intervención quirúrgica.

Varios tipos de cólico: Por gases y por torzón del intestino, en la unión de los intestinos puede haber un atasco, indigestión. Muchos de los problemas de cólicos se producen entre el intestino grueso y el medio.
Los cólicos gaseosos y la enteritis (que es la inflamación de la membrana mucosa de los intestinos) se pueden resolver con un tratamiento médico y con revisiones continuas por si empeora. El éxito es el diagnostico precoz y realizar un tratamiento agresivo: Terapia antiendotóxica con polimixina B, pentoxifilina, dosis baja de flunixin meglumine y plasma. El caballo podrá mejorar y se evitara un fallo renal o que termine infosándose que es una de las complicaciones frecuentes. Es fundamental la administración de fluidos de forma  intravenosa o la rehidratación oral. No solucionamos el problema solamente bombeando litros de parafina en su estomago.
Entre el 5 y el 10 % precisan de una operación urgente. Los cólicos severos con desplazamientos de las torsiones y de hernias que pueden afectar al intestino delgado o al grueso, producen un dolor de moderado a intenso, tendrá que ser intervenido en el quirófano con rapidez. Se ve si es grave si no remite el dolor administrándole un analgésico como el flunixin en dosis moderada, Si usamos dosis elevadas enmascara el cólico. Si el intestino lleva dos horas torsionado es mejor que si lleva cinco que el caballo está más deshidratado y hay más riesgo cardiovascular al anestesiar y operar.

Por ultimo decir que existe un método de quiropráctica llamado “Logan Basic” que corrige el ligamento del sacro restaurando el cuerpo. El Sacro es un hueso de la base de la columna. Se alivia tensión masajeando con el dedo el ligamento sacrotuberous. El “Logan Basic” tiene impacto sobre el sistema nervioso y muchas veces ha ayudado con cólicos y en trastornos digestivos. La Reflex somatoviscerales es la conexión entre los músculos y las articulaciones, si las vertebras no se mueven correctamente habrá una interferencia en estos nervios. El estrés puede causar tensión muscular. El masaje ayuda a restablecer el músculo. Algunos cólicos repetidos cesaron después de ajustar durante dos meses en la zona lumbar y pélvica una Disfunción Espinal.

David Muriel Holgado.

caballoduende@yahoo.es  Tel: 658183439
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viernes, 5 de abril de 2013

SUBIR AL REMOLQUE



El caballo prefiere viajar mirando hacia atrás, se estresa menos, no le dará tanto el aire en su cara y no vera pasar tan deprisa las cosas que tanto le ponen nervioso. Hay furgones en los que puede ir oblicuo, pero hay pocos que le permitan ir mirando hacia atrás. Según las investigaciones realizadas se ha comprobado que mirando hacia adelante sube su pulso sanguíneo, tiene signos de estrés y mucho miedo, éste se manifiesta con sudor y muchas defecaciones, cuando el vehículo frena, el caballo va hacia delante. Todos los remolques tendrán un buen sistema de frenado y de amortiguación.



Esta fotografía es de Alexx Nyman en la que está su caballo Easy en un vehículo propiedad de ECUE TRANSPORTES (ver en Facebook) que permite viajar al caballo en dirección contraria a la marcha, según ella, ahora el caballo viaja tranquilo y con todas las comodidades, además dispone de cámara interior para saber como se encuentran en todo momento.


 

Algunas veces han venido a mi cuadra potros directamente en un camión sin atar, sueltos, al estar estos sin tocar. Nunca sabes el trato que han recibido. Con dos potras hermanadas tuve problemas para desbravarlas. Un día montando a una por el campo, se asusto al ver una cosechadora, no debí acercarme tanto, entro en pánico y se volvía a la cuadra, no respondía a las riendas, la retuve demasiado y no tenia salida por delante, por eso se fue arriba botándose como nunca vi a un caballo, al cuarto bote salí volando cayendo al suelo y rompiéndome la cadera, con fisuras en el cotilo y la pelvis. Esto ocurrió en Julio y a finales de Septiembre tenía un curso con Lucy que no me podía perder, al final pude ir apoyado en una muleta que olvidaba en cualquier parte. Me vi obligado a vender a las yeguas al no poder atenderlas, vino un tratante, no eran capaces de hacerla subir al remolque, le tapaban los ojos con una camisa, ella se revolvía, no había manera. Estaba presente un amigo y comento que si se arrimaba el remolque a un porche que tengo en mi casa de madera, queda a la misma altura y la valla del porche le serviría de barrera, oye, pues funciono, la yegua entro sin problemas. Hay que escuchar a todo el mundo.
Domé y vendí a un vaquero del campo charro, una potra negra careta, maciza, con gran poderío, la llamaba “Carusa”. Vino el mayoral con su remolque y tirando del ramal no conseguía hacerla subir, era la primera vez que lo hacía, él no, la potra. No le golpees con la fusta en su grupa, le decía yo, se acercaba pero no podía subir sus manos, dándole comida estiraba su cuello pero de ahí no pasaba, se iba por los lados. Le pase una cuerda por detrás, encima de sus corvejones, me metí en el remolque presionando con la cuerda, poco a poco la potra logro salvar esa barrera, puso sus manos dentro del remolque y subió.
Debemos trabajar con el caballo para habituarle al remolque, utilizando refuerzos positivos y negativos, si tenemos uno, ponemos comida en el camino para que el caballo vaya hasta el remolque y entre a comer dentro. Si no tenemos, ponemos en marcha nuestra imaginación. Le preparamos, enseñándole a pasar por encima de una manta o un plástico, pisar una tabla para que luego pise la rampa, que retroceda encima de una tabla inclinada, pasar por sitios estrechos, en pasillos con techo, simulando un remolque, etc. Imaginación y delicadeza.
Los caballos son capaces de subir solos. No se obligara al caballo a entrar, es peligroso que esté dentro si tiene miedo. Realizaremos todo lo necesario para facilitar que el caballo suba sin presión. Subirá confiado y sin forzar. Con presión y arrastrándole puede que suba ese día pero le quedara un resabio para siempre, otro día no querrá subir. Nunca se debe pegar al caballo para que suba, si utilizamos la fusta y aumentamos los toques estamos aplicando castigo, y aprenderá a mirar mal a los remolques y a evitarlos. Tenemos que enseñarle a entrar, salir y que permanezca dentro tranquilo durante un rato, también al principio poner en marcha el vehículo y recorrer una distancia corta, muchos entran bien y cuando comienza a moverse entran en pánico, si le acompaña otro caballo que esté acostumbrado mejor. Para que el caballo suba, dejarle que huela el remolque, tenerle agarrado del ramal con la cuerda floja, darle su tiempo, si se distrae se le molesta agitando la cuerda, se le puede poner otra cuerda sobre los posteriores para que avance. Premiaremos todos los avances, estos premios pueden ser comida o caricias.
Evitaremos las rampas, se puede detener justo al llegar a la rampa y aun le quedan unos metros para entrar, al pisarla se mueve y suena, dando la sensación de vacio e inseguridad, el caballo se mueve de un lado a otro evitándola. No tiene problemas en subir un escalón, se puede buscar un montículo de tierra para que quede a la misma altura.
Para salir, lo hará mejor por la puerta delantera lateral, si sale marcha atrás debemos dejar que baje su cabeza para que pueda ver donde pisa, puede dañarse sus patas con el borde del remolque.
Otra forma es poner el remolque en la puerta del picadero redondo, con la cuerda floja, darle tiempo, que preste atención y que huela la rampa, utilizamos comida o golosinas para que entre dentro. Si respiramos nos relajamos y todo ira mejor.
Espero que os sea de utilidad.
David Muriel Holgado.
caballoduende@yahoo.es  Tel: 658183439
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