jueves, 1 de marzo de 2012

CON EMBOCADURA O SIN EMBOCADURA 1ª PARTE.



Embocadura (bocado, freno). Parece claro que para manejar a nuestro caballo, debemos controlar su cabeza con algo. Desde el suelo a través del ramal a su cabezada de cuadra. ¿Qué arneses podemos poner a nuestro caballo sin meter nada en su boca?, ¿Qué ponemos en la boca a nuestro caballo?,
¿Y montados? Depende, si tenemos a un potro en doma, creemos que ya tiene la suficiente confianza con nosotros para poder subirnos encima de él, acepta la silla de montar, ¿qué utilizaremos en su cabeza para que nosotros nos sintamos seguros y él no esté molesto? En las primeras montas del potro, puede que se asuste de algo que estemos utilizando o de algo de su entorno y salga corriendo tan fuerte que no podremos controlarlo (algunos llaman irse de caña). En Doma Natural como dice Lucy Rees, hay que trabajarlo en el Picadero Redondo, hacerle correr al trote y al galope con la montura puesta, y que se desengañe, que correr así no le lleva a ninguna parte, que es mejor quedarse con nosotros. Bueno, dejemos esto para otros relatos y leamos el libro de Lucy Rees “La lógica del caballo” de la editorial Lettera, que como siempre he dicho, en él encontraremos respuesta a muchas de nuestras preguntas.
Un potro en doma necesita en su cabeza para el mínimo control que necesitamos, como dijo Nuno Oliveira en la preparación del potro, usar una cabezada de cuadra normal, con riendas fijadas a los lados. Es un error montar a un potro por primera vez con filete, aunque este acostumbrado a él, tendrá bloqueada la boca y se tensara su nuca y cuello, además el filete no le parara si se asusta, se asustara más y puede que se desboque.
La cabezada de cuadra será normal, la de cuerdas finas es útil para otras cosas, pero aquí sus nudos presionaran en los nervios de su cabeza, eso no es conveniente. Lucy Rees nos deja claro que el caballo prefiere ser guiado por nuestro cuerpo y piernas, y que tenemos más control si colocamos algo menos fuerte en su cabeza. Si ponemos algo que le causa dolor intentara escapar y protestara. Con la cabezada de cuadra para que no suba la cabeza, su muserola estará más baja y más apretada. Al potro hay que domarlo por la nariz, pero no usar la serreta (mediacaña de hierro, de forma semicircular y con puntas, que se pone sujeta a la cabezada, sobre la nariz de los caballos), en sustitución usar la cabezada de cuadra. Mejor nada en su boca. Cuando va confiado hacia adelante, podemos empezar a ponerle el filete, atar a la cabezada de cuadra, riendas al filete y a la cabezada. También se puede llevar hasta que se habitué con cuatro riendas. El filete actúa sobre las barras (asientos) y sobre la lengua, al actuar hace levantar algo la cabeza.
En las obras completas de François Baucher, nos habla del filete, diciendo que es necesario en la educación del caballo, por estar partido actúa localmente y enseña al potro a responder a las presiones de un lado sin que lo note el otro, situando su cabeza y cuello a ese lado. Tiene también el efecto de colocar la cabeza en su posición justa.
Lucy Rees nos enseña que el filete, es la embocadura para un potro, le permite apoyarse un poco en la mano cuando le falta equilibrio. Acostumbraremos al potro al filete, lo atamos a un lado de la cabezada, lo metemos en su boca y lo atamos al otro lado no demasiado alto. Que paste con él durante horas, se habitúa a comer con la lengua debajo del filete, varios días, si se acostumbra luego no necesitaremos cerrar su boca apretando la muserola que no deja al caballo relajar la boca, ni flexionar la nuca. También cuando se le lleva con riendas largas puede llevar así el filete, que se le vaya haciendo la boca. Deberá tener un mínimo contacto en su boca, pero debe estar ajustado, con cerrar la mano le bloqueamos, debemos mover las manos acompañando a su cabeza. No tirar de las riendas, molestamos cerrando y abriendo la mano, bloqueamos con la mano firme.
Hay varios tipos de filete, el rígido de goma o plástico que se pone flexible con el calor de la boca; el articulado partido en dos, hay uno que está articulado dos veces con una pieza en el centro, esté se adapta mejor a su boca, sobre todo si el caballo tiene poco hueco en el paladar. A veces el filete partido toca el paladar haciéndole daño. Algunos árabes no aceptan ningún tipo de filete. Nunca utilizar unos que llevan placas sobre su lengua en la parte central, hacen mucho daño. El ancho de las barras donde tocan los asientos del caballo han de ser gruesas, la parte central que cruza la lengua es más cómoda cuando es fina. El filete tiene que tener la anchura correcta, colocado tocando las comisuras de sus labios, abrir la boca para comprobar su comodidad. Con filete llevar las manos bajas a la altura de la cruz, así evitamos que levante la cabeza, si se llevan las manos altas el filete presiona contra los premolares y le duele. Muchos utilizan los filetes de palillos para que con ese tope no se cuelen en la boca del caballo. El filete se puede utilizar como rienda abierta. Por un tiempo con el potro en doma, se le llevara con cuatro riendas, dos al filete y dos a la cabezada de cuadra, que considero un seguro porque en caso necesario se tirara de las riendas de la cabezada de cuadra que le harán menos daño que las del filete.
Con el tiempo y buen uso de nuestra mano, se podrá utilizar un bocado para refinar y suavizar, procurando que la muserola no esté muy apretada para que pueda flexionar la nuca.
Baucher ya decía que se puede utilizar un solo bocado para todos los caballo independientemente de su sensibilidad. Se necesita muy pocos gramos de fuerza para que el bocado empiece a actuar. Que un bocado suave produce tanto efecto como un bocado duro. Cuando nos referimos a una boca dura, deberíamos referirnos a una mano dura del jinete. La dureza de boca que creemos encontrar no se debe a como son sus barras (asientos) y sus encías, es por la conformación del caballo o su equilibrio. El bocado de palanca (camas) largas tendrá mucha fuerza y el caballo le tendrá temor, oprimiéndole, y deseara irse, acularse y defenderse.
El bocado, que actúa como un eje, pone presión en la cadenilla de barbada, haciendo que el caballo flexiona más la nuca y baje la cabeza. Es más severo que el filete, puede castigar bastante si no es usado con gran sensibilidad. Más severo si la palanca (camas o pata) es más larga (largura correcta si a los 45 grados empieza a actuar), si es curvada como los americanos son más suaves que los de palanca recta. Las barras serán gruesas para que no se claven en los asientos del caballo. Los bocados que tienen mucho puente (desveno) lastiman el paladar. La cadenilla retorcida para que se acomode plana, también puede ir forrada. Con el bocado no se puede actuar como rienda abierta, el bocado portugués si actúa como rienda abierta porque tiene las palancas articuladas. Tenemos que saber cuanta rienda le damos para evitar que levante demasiado el cuello.
Con dos embocadura, filete y bocado debemos tener manos muy finas. Se coloca más arriba el filete, cuatro riendas, mejor las del filete arriba y la del bocado debajo (o al contrario).
El pelham suave, es un bocado que tiene la palanca corta y un puente pequeño, las barras han de ser gruesas pero no en exceso para no dañar los asientos, en él se pueden poner cuatro riendas, arriba filete, abajo el bocado, va bien en casi todos los caballos. Happy Mouth (boca feliz) con embocadura de plástico, lo aceptan mejor que el de metal y es mucho más suave. Pueden estar unidos los enganches del filete y el bocado con una correa para llevar dos riendas.
El Goyoaga, es un filete con cadenilla de barbada de acción suave con varios puntos para poner las riendas.
“El efecto del filete es elevador y el efecto del bocado es recogedor”.
Aquí podemos tener la solución de “Plegar el Pico” de Baucher, que es tener el perfil de la cabeza cerca de la vertical con su nuca en lo más alto.

Sin Embocadura:
El hackamore, con efecto de bocado, no entra nada en su boca, pero tiene palancas y cadenilla. No se puede usar como rienda abierta, por eso es difícil de usar con potros, debe entender el giro con rienda exterior, la severidad depende de la medida de las palancas y de la muserola que en algunos es demasiado fina. La muserola suele ser de cuero y se adapta a su nariz. El Hackamore inglés, es suave con palancas cortas y curvadas, deben estar las palancas unidas con una cuerda. El americano es de palancas largas, por lo tanto más severo, podemos forrar la muserola y la cadenilla. Da resultado sustituir la cadenilla por una correa de cuero fuerte que se puede ajustar con una hebilla que no haga daño, yo la fabrique y la prefiero a la cadenilla. Debemos acostumbrar al hackamore antes de salir, puede ser muy severo.
Si se prefiere el Hackamore practicamos con unas riendas a la cabezada de cuadra y otras al hackamore. Debe estar bien colocado ni muy bajo que haría daño en esa la parte tierna de la nariz, ni muy alto que también hace daño.

Motivos de Lucy Rees para no usar la serreta: Con ella tiene gran dificultad para flexionar la nuca, al no poder liberar y bajar la mandíbula, si está muy apretada para no dañar la nariz del caballo, no se soltara la mandíbula. La serreta presiona la nariz y los nervios, si el caballo flexiona será por el dolor que trasmite tensiones a otras partes del cuerpo, resultando movimientos rígidos. Añadir que con su uso es muy posible causar daño moral al caballo. Muy pocos saben usarla sin perjudicar. Hay que erradicar herramientas que en manos de algunos pueden hacer la vida insoportable al caballo.

Joaquín Olivera Peña, refiriéndose a la movilidad de la mandíbula, decía que hay que teclear a menudo la boca del caballo, para ponerla en movimiento, muchas veces ayuda el darle un azucarillo o un puñado de hierba para motivar las glándulas salivares. Si la boca esta húmeda es porque la mandíbula está suelta con lo cual el caballo se encuentra sin tensión. Entiendo por teclear el mover con las riendas del filete o del bocado, suavemente como molestando, con el fin de soltar la boca.
Experimentar probando embocaduras para ver cual prefiere el caballo. En caballos ya domados que no aguantan ningún tipo de bocado, podemos probar con un hackamore. Muchos caballos pueden ir con cabezada de cuadra, probaremos llevándolo con cuatro riendas, dos al bocado y dos a la cabezada de cuadra, solamente actuamos con las de la cabezada de cuadra, teniendo las otras del bocado por si tenemos que utilizarlas, hasta acostumbrarle, siempre que se cambie de embocadura será poco a poco y observando sus reacciones.

David Muriel Holgado

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