domingo, 30 de diciembre de 2012

DOMA NATURAL, MADRID HORSE W. 2012. “El lenguaje de Vanesa Ugarte”.


Tuve que madrugar pero mereció la pena, ver en pista a Vanesa Ugarte (alumna de Lucy Rees) “ahí es nada” y una yegua castaña sin domar (cerril, cerrera) de 5 años, recién venida del campo, en un picadero redondo improvisado que yo no metería a mis potros por muy amansados que los tenga, sobre todo con el ruido que había en el pabellón, la cantidad de focos y las idas y venidas de la gente, al otro lado una pista de calentamiento de saltos. Picadero hecho con dos cintas anchas de pastor eléctrico.
Ya había tenido una sesión de Doma Natural el día anterior, el lugar no es nada indicado para la yegua y en cualquier momento puede asustarse y huir, le acompaña fuera del picadero pero a pocos metros de ella su hermana también castaña, muy “hermanadas”, si no estuvieran cerca estarían mucho más nerviosas de lo que estaban. Cuanta sensibilidad, suavidad, claridad, dulzura, delicadeza desprendía Vanesa, todo esto lo percibíamos nosotros y la yegua más, poco a poco la envolvía en una tranquilidad y relajación, que como por encantamiento la yegua la seguía y realizaba todas sus peticiones apenas sin darse cuenta, solamente porque Vanesa que ya es amiga suya se lo pedía con buenas maneras.


Con nada de presión, no es lugar para ejercerla, si se asusta huye y se puede crear un desastre. Le había puesto una cuerda al cuello y el resto en su dorso para que se acostumbrará a ellas, si la cuerda cae, la yegua se asusta un poco, la mira y ve que no es ninguna serpiente, luego pone la cuerda por el paso de cincha para acostumbrarla a una ligera presión, así se acostumbra a la cincha, acompaña a Vanesa y atiende su petición de parada, todo ello sin tocar a la yegua, si quiere se puede ir, pero quien no quiere estar con su amiga Vanesa, que le ofrece compañía, seguridad y muy buen rollo. Ahora pasa otra cuerda por detrás, encima de sus corvejones, un lugar especialmente delicado al ser un sitió donde los depredadores atacan para rasgar sus tendones e inmovilizarlos y eso por instinto la yegua lo sabe, puede estar en peligro su vida, la forma de introducir la cuerda es paso a paso para que se habitúe, por eso está tranquila, no muy atenta porque hay muchas distracciones a su alrededor, pero Vanesa consigue que la acompañe y esté pendiente de ella en todo momento. También utiliza una gran delicadeza cuando le toca todo su cuerpo y no ahorra en caricias muy suaves que la yegua acepta, incluso con su pañuelo, le toca sus manos pidiéndole los pies, conformándose con un ligero movimiento. Sus patas y pies son necesarios para la huida por eso a los caballos no les gusta que se los agarren.

Tocaba enseñar la rienda abierta (directa), pone una cuerda con el mosquetón en un lado de su cabezada y pasa la cuerda con sumo cuidado por detrás encima de sus corvejones y molestando con toquecitos hace girar a la yegua a ese lado, cambiando de lugar para que no caiga en el “efecto sitio” (si se acostumbra a hacer algo en un sitio, siempre hará lo mismo allí) se lo pide hasta tres veces del mismo lado, con esas repeticiones puede ser suficiente por ahora, aprenden muy rápido (también lo malo). Luego la pone con riendas largas, soltándose el pelo Vanesa coloca la goma de su coleta en la cabezada para ajustar la muserola, poniéndose un poco de lado dejando que baje la cabeza para que la yegua la pueda ver, así estará tranquila, hasta ahora no había ido nunca detrás donde no la puede ver. Enrique Zunzunegui explica todo lo que ocurre por los altavoces. Y en todo momento atento el compañero de Vanesa.


Le presenta la manta para que pueda olerla, nos comenta que la yegua está captando un montón de información de esa manta, al tener el olor de muchos caballos. La tira en el suelo y la yegua con curiosidad se acerca a olerla, luego la pasa por todo su cuerpo para que se habitúe, dejándola en su dorso para acostumbrarla a que ahí tiene que ir la silla.  
En todo momento Vanesa esta hablando a la yegua, con palabras que no puedo entender, pero que con un tono suave, no solo embruja a la yegua, como si acunara a un bebe, en todo momento felicitando, con movimientos afirmativos de su cabeza, “hola bonita, buena chica, holaaa, pichi, pichina, oh si”… Enséñanos tu leguaje. Vanesa silba cuando trabaja con la yegua, si silba respira y no está tensa, si no está tensa la yegua lo nota y se crea un buen clima, no se puede trabajar cuando tenemos miedo y estamos tensos. Sigue en todo momento con su lenguaje con sus movimientos pausados, pero certeros con una danza clara y seductora que yo nunca había visto. Vanesa tiene un don con los caballos, ha nacido para esto. Las imágenes tan especiales cedidas por Lula Baena. Con estas fotografías sobran las palabras.
David Muriel Holgado

caballoduende@yahoo.es  Tel: 658183439
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miércoles, 26 de diciembre de 2012

ALIMENTACIÓN, PULPA DE REMOLACHA.


ALIMENTACIÓN, PULPA DE REMOLACHA.
         En la feria del caballo de Madrid 2012, hablando con Rosa Sánchez, salió el tema de dejar descalzo al caballo y de qué alimentos son los mejores. Coincidíamos que si no tiene pasto, un buen HENO y variado es lo mejor, también algo que le va muy bien es el “forraje de avena” que es la avena cuando está granando, cortada en verde, dejarla secar y hacer paquetes, cuando se da esto no se le da pienso, también el “forraje de centeno” aunque es mejor el de avena. En algunos sitios donde no se encuentra Heno, como dice Rosa se le da alfalfa, se debe dar mezclada con paja al tener ésta mucha proteína. Un preparado muy bueno es “la pulpa de remolacha” como aporte de fibra, yo la he utilizado cuando solo tenía paja como forraje, le sentó muy bien y les gusto mucho a mis caballos. Todo esto que sigue lo aprendí de Lucy Rees en un campamento de Doma Natural, antes de que lo publicara en su libro “La lógica del caballo”. Lo de la pulpa de remolacha lo aprendió de una Nutricionista de Caballos.
         -El estomago del caballo es pequeño, además tiene mucho ácido, mucho ácido en el estomago produce ulceras de estomago. Para neutralizar ese ácido es necesario que el caballo al comer produzca mucha saliva, al ser esta alcalina. Al tener el estomago tan pequeño, necesita estar comiendo todo el día, poca cantidad. El intestino delgado y el grueso son muy largos, entre los dos hay un estrechamiento con una curva, donde es difícil que pase la comida, donde hay una bacteria, en el intestino grueso es donde hace la digestión.
         En el prado el caballo tiene una mordida circular al comer hierba, con lo cual desgasta los dientes y las muelas por igual. Masticar y salivar bien evita problemas de digestión. Los dientes están creciendo toda la vida. Cuando se crían en cuadras la masticación no es igual que en el prado, por lo que no lima bien los dientes y aparecen picos en las muelas, estos se clavan en la boca y dañan la lengua, en casos graves se les cae la comida, pierden peso y en algunos casos cojean de los cuartos traseros.
Comen el 2% de su peso al día, para comprobar el peso existe una cinta que al medir su perímetro dará aproximadamente el peso total, un caballo de 500 kg. Necesitara 10 kg. de comida al día, que será entre el 60 y el 70% forraje, entendiendo por forraje el heno, la paja, la alfalfa, etc.. en muchos lugares se entiende por forraje al cereal cortado en verde con el grano a medio madurar, secado y hecho paquetes, este forraje es muy completo y no necesita aporte de grano. La alfalfa es muy alta en proteína, darla al 50% envuelta con paja o heno. Si trabaja mucho dar 6 kg. de forraje y como máximo 4 kg. de pienso, distribuido en varias tomas. Si trabaja poco o está en el prado aportar 1,5 kg. de pienso. Importante que haya pasado entre una hora y hora y media de la comida para empezar a trabajar. Si el caballo no ha bebido agua, no dar el pienso seco. Si el caballo viene de trabajar y está muy caliente, dejarle enfriar antes de darle agua. La paja no es muy digestiva, puede producir estreñimiento, lo mejor para dar volumen es el heno.
         En la cuadra se excita mucho y en momentos de stress, dar una formula que lo mantendrá calmado y subirá su peso: Alfalfa en pellet – pulpa de remolacha en pellet al 50 %. La pulpa de remolacha se prepara de la siguiente forma: una parte de pulpa y tres partes de agua, se deja en remojo de 4 a 8 horas, en verano menos de 8 horas, este preparado se mezcla con la alfalfa en pellet. En sustitución a la alfalfa se puede emplear la misma parte de salvado. Si queremos que aumente de peso, añadir un poco de aceite vegetal.
David Muriel Holgado

jueves, 17 de mayo de 2012

ENCUENTRO DE JAVI CON LA YEGUA NIEBLA.

Para leer este artículo os recomiendo ver el video. 
https://vimeo.com/41488484 
"Se trataba de juntar en espacio y tiempo a dos seres maravillosos, como son Javi y Niebla y esperar a ver que ocurría. La sorpresa no demoró y pronto pudimos ver esa sutil comunicación entre los dos. Hay un tercero en el video (David) que no estoy muy seguro, pero me dá, que pudo ser el que más disfrutó. Juzgarlo vosotros. Dedicado a todos los que os ha salido una espinilla en el alma". Pedro Muriel Rodríguez, padre de Javi.

Sus actuaciones y reacciones nos llegaron a lo más profundo, por eso Pedro, cuando editó este video que muchos hemos visto, lo tituló “Para la cosa del alma”. Transformación, porque Javi y Niebla no actúan así normalmente. Intentaré explicarlo con pocas palabras. Cuando nos planteamos que Javi fuera a montar a caballo solamente podía montar en Niebla. A Niebla la conozco desde que  tenía tres años, ahora tiene diecinueve, muy valiente y noble desde el principio. Unos años, su antiguo dueño, se la dejó a un hombre, cuando volvió retrotaba y no respondía al bocado. Le habían puesto mucho hierro en su boca y al ser tan buena, durante otros años la montaban muchos del pueblo pegando tirones fuertes,  ¡un desastre!. Cuando empezó a estar más tiempo conmigo tuve que comenzar a enseñarla a ir del ramal, porque arrastraba al que la llevaba. Comencé a montarla con cabezada de cuadra y hackamore a la vez, con cuatro riendas utilizando las de cabezada de cuadra y las del hackamore por si acaso. El retrote es muy  perjudicial para sus manos, al golpear fuerte el suelo puede dañar sus tendones y al ir muy tensa e invertida. Intentaba que fuera al paso, pero no respondía a las riendas cuando quería frenarla, había que hacerla girar. Si salía con otros caballos iba mejor, pero si lo hacía  sola, tenía una gran querencia a la cuadra y siempre deseaba volver. Con mucho esfuerzo, conseguí quitarle el retrote. En el campamento con Lucy conseguimos mucho. María la conoce bien, había que ponerla detrás del culo de otro caballo para que fuera tranquila. Ahora está mejor, pero es difícil de llevar, sale acelerada, es muy impetuosa, ¿Qué será lo que le pasa por su cabeza? Hay que tratarla con mucho cariño y calmarle su mente. Yo sé que con los niños cambia, se porta de maravilla, sabe bien que ellos no le van a hacer daño. Es una yegua con mucha sangre árabe, tiene un dorso buenísimo para montar a pelo, una tremenda fuerza en sus cuartos traseros y unas manchas negras en su cuello que la distinguen. Alguien me comentó que eso era la vena de Alá, muy difícil de encontrar.
            Javi es un cielo de niño, a mi me dice tanto....  mucho más que otros niños y eso que él no puede hablar. Se comunica con tanta claridad y limpieza conmigo. Mi amigo Javi como es él, le hace “único”. De pequeño era más introvertido pero va aprendiendo a relacionarse, a veces tan alegre, a veces tan alterado, otras tan calmado. El necesita movimientos rítmicos para estar relajado.  Viajar en coche viendo pasar las cosas por la ventanilla le encanta; si camina va bien, pero si para se intranquiliza. El autismo es así.
            Empezamos en el picadero redondo, creo que desde aquí sobran las palabras. Le dije a su padre, que aunque era un día de mucho viento, podíamos ir un rato a los caballos para que Javi estuviera con ellos y montara un poco. Hacia un día muy desapacible y Javi estaba muy alterado. Al principio no hacía caso a la yegua, pero poco a poco la tocaba, la golpeaba suavemente con sus dedos. Al montarlo estaba muy tenso, pero pronto relajó sus piernas. Le había puesto una manta y una cuerda al cuello de la yegua, para que estuviera más cómodo y se pudiera agarrar. A partir de aquí todo era alegría. Niebla me miraba para tratar de ver en mi una explicación de lo que ocurría, pero estaba a gusto, me decía que este chico es estupendo, que le dejaba que pellizcara su cuello y la golpeara suavemente porque no le hacía daño. Se notaba que estaba muy contenta con la situación y yo pasando un día inolvidable. Del ímpetu de Niebla quedo poco, se había transformado para dar lo mejor de ella misma. Javi también había dejado a parte sus inquietudes y se centró en sentir el calor, los movimientos y aceptación como amigo de una buena yegua. ¡Todos a disfrutar!.
            La Equitación Terapéutica, también llamada Equinoterapia o Hipoterapia, están destinadas a hacer la vida más fácil a personas con algún tipo de trastorno o enfermedad, obteniéndose buenos resultados desde el principio. Esta intervención requiere de muchos profesionales para valorar y poner el tratamiento que cada paciente necesita. También existen terapias con delfines, que al igual que los caballos, hay algo especial en ambos animales, que hace que sean muy indicados para estimular y ayudar a muchas personas con problemas     .
En el caso de Javi, para montar a caballo se hubieran necesitado tres personas, uno llevaría a la yegua del ramal y otras dos a cada lado sujetando al niño. También debería haber llevado un casco y un chaleco para amortiguar alguna posible caída. Muy necesaria sería una montura con asas, para poder agarrase y unos estribos para sujetar sus pies con comodidad. Yo, en este caso reduje lo necesario al mínimo, porque parto de la ventaja de conocer a Javi y a Niebla. Por aquí hay profesionales y asociaciones que realizan equinoterapia, dejemos que ellos nos asesoren.
David Muriel Holgado 

lunes, 14 de mayo de 2012

EL BUEN USO DEL CASTIGO.

En una hípica en el centro de pista estaba el monitor de equitación con una fusta de las de dar cuerda, daba las instrucciones a sus alumnos, todos los niños con sus cascos puestos y montados en sus caballos dando vueltas a la pista, el monitor utilizaba la fusta para arrear a los caballos, para que continuaran moviéndose, les indicaba a sus alumnos que dieran a sus caballos con las piernas, que fulanito colocara bien sus pies, que menganito pusiera bien su espalda. Continuamente indicándoles lo que debían hacer, a voces, eso se convertía en una continua confusión. En la parte exterior de la pista tenía atado a varios caballos, cada vez que levantaba su fusta, una yegua que estaba atada de las riendas a la valla se asustaba, una vez se asusto tanto que tiro tan fuerte, rompió las riendas y se fue, el monitor grito a la yegua para que parara, se fue hacia ella y cuando ésta paro la grito y la pego una fuerte patada en su barriga, luego la llevo a su box.
            Primero, el monitor dará las instrucciones a cada jinete cuando estén parados, si les da las  indicaciones a voces, confunde a otros jinetes y caballos. Segundo, no puede pedir que estén golpeando continuamente con las piernas a sus caballos para impulsarlos, actuando así desensibiliza al caballo, cuando se actúa con insistencia con las piernas, espuelas o fusta se pasa de realizar las ayudas necesarias a castigar, con lo cual el caballo podría resistirse, defenderse o como mucho pasar. Tercero, no debe atar con las riendas a ningún caballo, si tira romperá las riendas y se hará daño en su boca con el bocado, debería haberla atado en otro sitio a la cabezada de cuadra y haberle quitado la cabezada con las riendas o recogidas éstas alrededor de su cabeza, hay una forma. La yegua se asusto, no se puede castigar el miedo que tiene un caballo, además la castiga golpeándola, cosa que nunca se debe hacer y menos cuando ha parado la yegua, creerá que lo que ha hecho mal es parar cuando él la llamo. Cuarto, este profesional actuó de esa forma delante de los niños y de sus padres que estaban presentes, dando un mal ejemplo a los niños y dejando en cuestión su profesionalidad y conocimientos. Un buen profesional tendrá en cuenta todo lo necesario para que la clase salga bien, Enseñara a sus alumnos como situarse encima de su caballo, Como deben utilizar las ayudas, Como deben tratar y manejar amablemente a los caballos y con la suficiente determinación, También sabrá como y cuando aplicar bien el castigo a sus caballos debiendo castigar justo en el momento que el caballo realizó la acción no deseada.  En esta situación no se castiga.
¿Qué castigos utilizan los caballos y Cómo los usan? Los caballos utilizan las amenazas, con gestos corporales y cuando no les hacen caso pueden utilizar mordiscos o coces. Con estos castigos le indica al otro que se aleje, que si se comporta de esta forma no quiere que esté a su lado, lo usan con los jóvenes para enseñarles el comportamiento social y el que no invadan los espacios personales, también la madre echa a su potrillo o le da con sus patas cuando le muerde las mamas así le enseña a no morder cuando se amamanta. Los caballos castigados se alejan, así aprenden a comportarse si quieren estar con otros, el estar separados no es muy seguro. Hay molestias que reciben de su entorno, que se pueden considerar castigos, aprenden a evitar estas molestias, pueden ser el viento, las zarzas, las moscas, los pastores eléctricos, también evitan los animales que les pueden atacar y todos los lugares donde tuvieron malas experiencias.
El buen uso del castigo.  Las normas sociales las aprenden los caballos cuando viven en libertad en manada. En relación con nosotros las normas sociales son: No mordernos, que no se nos eche encima o que no se nos adelante cuando le llevamos del ramal, no pisarnos, no cocear, etc.. Con el castigo enseñamos estas normas sociales. Hay que echarles con amenaza y rabia con nuestra voz es suficiente, reñirles o regañarles, será más efectivo si tiene espacio para alejarse. El tono suave y tranquilo de nuestra voz actúa como calmante y recompensa, el tono breve y tajante produce efecto de amenaza o castigo.
Hay muchos caballos con problemas de mal comportamiento por el mal uso del castigo  o porque no hemos castigado y corregido las reacciones antisociales. El caballo es muy sensible al dolor y tiene miedo a ser atacado, el uso del castigo y el dolor le excitara más. Cuando no responde y aumentamos la presión puede que el caballo sienta que se le está castigando.
El castigo se aplicara en el momento, lo mismo que los refuerzos, si hace algo y lo castigas cuando está haciendo otra cosa el caballo lo asocia con lo que está haciendo en el momento del castigo. No aprenden si les reprendemos unas veces si y otras no, ni si después de reprenderles nos acercamos y le pedimos perdón con una caricia o premio de comida.
Nunca castigaremos acciones del caballo provocadas por el miedo, a este miedo le sumamos el miedo que hemos provocado con el castigo, esto le hace llegar al pánico, además si lo aplicamos con un caballo fogoso mucho peor. No castigar cuando se defiende, no castigaremos si no entra en el agua, o no quiere entrar en un remolque, ni cuando no quiere saltar, ni cuando no quiere ir hacia adelante. Ante estas situaciones como buenos jinetes, nos paramos e intentamos entender los motivos que tiene el caballo para no hacer lo que pedimos, enseñaremos la respuesta correcta a través de la aplicación correcta de los refuerzos tanto positivos como negativos para que aprenda, tendremos paciencia, insistiremos, volvemos a trabajar las bases, nunca castigamos porque sabemos que perdemos la buena voluntad de nuestro caballo, no castigar para imponer nuestra autoridad para demostrar quien manda. No usar para castigar ni la serreta, ni las espuelas, ni el bocado, también castigamos si utilizamos insistentemente la fusta. Cualquier corrección o castigo injusto, que el caballo no comprende lleva al resabio o a la resistencia. La mayor parte de los resabios se generan en la “fabrica llamada castigo”.
Conseguir de nuestro potro o caballo su confianza, para evitar muchos castigos porque el jinete tiene miedo.
Corrección y llamadas de atención, no considero que sean castigos. A la corrección se llega al intensificar las ayudas. Hay que corregir en el momento. A los caballos más perezosos hay que corregirlos con más intensidad. Para no corregir continuamente debemos anticiparnos a la acción con determinación, así descolocamos al caballo y no tiene más remedio que hacer lo que le indicamos, lo llevamos a lo que nosotros queremos sin que se de cuenta. Hay que tener presente que un caballo es muy parecido a un niño de no más de cuatro años. Corregir a un caballo que no hace lo que le pedimos y lo ha hecho muchas veces, un “no” o un “chiss”, que son llamadas de atención son más efectivas que la insistencia con la fusta.
David Muriel Holgado

lunes, 30 de abril de 2012

MANEJO EN LAS CURAS Y AL PONER INYECCIONES.

Asignatura pendiente. Muchas veces tenemos que intervenir y manejar a nuestro caballo cuando está enfermo, cuando se ha hecho una herida, cuando hay que ponerle una vacuna o cuando hay que desparasitarlo. Incluso teniendo mucha practica se ve uno en situaciones en las que encuentras grandes dificultades para realizar esa misión. Algunos veterinarios no saben como manejar a un caballo cuando lo tienen que curar, recurren a inmovilizarlo retorciéndole la oreja, sujetándolo por varios hombres o utilizar el acial que según la Real Academia de la Lengua es: “Instrumento con que oprimiendo un labio, la parte superior del hocico, o una oreja de las bestias, se las hace estar quietas mientras las hierran, curan o esquilan”. Son métodos que solucionan el problema en el momento y no siempre, pero ese acto quedara grabado en la mente del caballo, y se habrá formado un gran resabio. También se puede meter al caballo en una manga, o en un potro, que es una máquina de madera o hierro que sirve para sujetar a los caballos cuando se resisten a dejarse herrar o curar. Nos podemos encontrar con varias situaciones. Tenemos a un potro que está con su madre todavía mamando, viven en una finca grande y no se ha tocado nunca al potro, se ha hecho una herida, hay que curarlo y desinfectar la herida, ponerle antibióticos y la antitetánica, para que no se infecte la herida; se les lleva hacia la manga o al corral, se cogerá a su madre del ramal y se inmovilizara al potro entre varios hombres. Si a este potro desde que nació se le ha ido enseñando y está acostumbrado a que le pongamos una cabezada y manejarlo del ramal lo tendremos más fácil. Si es un potro cerril (sin desbravar, sin domar) que ya se ha destetado y está salvaje en el campo, se le llevara al corral y no habrá más remedio que enlazarlo y tumbarle para curarle, luchara para defenderse, no se da cuenta de que lo queremos inmovilizar por su bien para curarle, pensara que está cerca su muerte y queremos comérnoslo, quedara grabado en su mente y cuando nos acerquemos con cuerdas entrara en pánico y huira. Imprescindible amansar antes de pinchar, marcar o curar. Con buen trato le convencemos que no queremos hacerle nada malo. Un potro cerril que ha tenido malas experiencias con los humanos puede atacar si se encuentra con situaciones parecidas, para convencerle necesitara mucha paciencia y muchas buenas experiencias.
Si tiene mucha confianza con nosotros y por su bien le hacemos pasar por una mala experiencia para poderle curar, no afectara su confianza en otras situaciones, pero estará desconfiado cuando se repita la situación mala. Puede tener fobia a los pinchazos, a los sprays, etc... Para quitarle las fobias hay que desensibilizarlo exponiéndolo a la situación que le produce el miedo de manera progresiva, sin pedirle demasiado, ir avanzando paso a paso. Insistir demasiado puede saturar al caballo. Pelear con él aun ganando le deja recuerdos desagradables. Habrá que emplear lo aprendido con la Etóloga equina Lucy Rees cuando nos habla de: Habituación gradual (acercamiento – alejamiento). Hay que reducir el estímulo por el que se asusta al mínimo. Si reacciona relajado ignorándolo, quitamos el estimulo. Presentamos el estímulo aumentado hasta que se calme y lo quitamos. Continuamos así hasta que se habitúe al estímulo total. Si se impresiona con el estímulo levantara la cabeza y cierra la boca con firmeza, son señales de tensión. Si se relaja baja la cabeza y se relame es cuando quitamos el estímulo para presentárselo de nuevo. Estar calmados. Cuando introducimos algo nuevo, sprays, jeringuillas dejamos que lo examine. Si se asusta no se le castiga. Repitiendo mucho hace que se habitúe. Nos podemos ayudar de premios como comida rica o golosinas para que se quede quieto. Un potro cuando tenía diez meses, se hizo una herida en la frente, tuve dificultad en pincharle, tengo experiencia de que las heridas se infectan fácilmente y después es muy difícil curarlas, le puse penicilina-antibiótico durante tres días pinchando intramuscular, también sino está vacunado de tétanos seria conveniente hacerlo, el golpe que hay que dar para que entre la aguja y el dolor que produce le asustan, si el potro sabe estar quieto amarrado y no tira hacia atrás le amarro muy corto para que no pueda moverse mucho, para curarle y limpiarle la herida en la frente a un potro que bracea y me puede golpear o me golpea, le amarre pero no fijo dando dos vueltas a la cuerda sobre la argolla, con mi mano puedo abrir y cerrar si tira mucho hacia atrás le flojo luego el vuelve y por un lateral entre su oreja y su ojo le curo limpiando bien la herida, se le puede incentivar con comida rica que se la dará otra persona, yo utilizo pan y les encanta.
Comento algunos aspectos a tener en cuenta cuando se ponen inyecciones intramusculares. Se tendrá presente que se puede presentar alguna reacción alérgica, o pinchar en un vaso sanguíneo, o infectarse la zona. Utilizar jeringuillas y agujas desechables, colocar la jeringuilla con la aguja hacia arriba se le dan unos golpecitos para que queden arriba las burbujas de aire y presionar para que salgan aunque salga un poco de medicamento. El lugar más indicado es en su cuello (preguntar al veterinario que parte es la mejor) es donde se reparte mejor el medicamento. Si está la zona sucia hay que limpiarla, si se cree conveniente desinfectar se realizara con una mezcla de solución de yodo mezclada con agua. Pinchar con movimiento introduciendo la aguja completamente con suavidad (meter toda la aguja), mirar si sale sangre por la aguja, si hay sangre sacar la aguja y pinchar en otra zona con otra aguja, poner la jeringuilla en la aguja e introducir suavemente, sacar la aguja de seguido y masajear la zona con los dedos. No introducir aire y nunca introducir el medicamento en un vaso sanguíneo.
         Para habituar a un caballo a las curas y a los pinchazos, hablándolo con Lucy Rees, me comenta que se utilizará el acercamiento alejamiento con un ayudante premiándole con comida a cada avance, para enseñarle a los pinchazos se utiliza un palo con punta. Los pinchazos intramusculares los aceptan peor que los intravenosos. Me explica que para estar amarrado y no tire hacia atrás, que al tirar hacia atrás se pueden dañar el cuello, se le pone una cuerda alrededor de la mitad de su cuello se hace un lazo pero fijo, que no le apriete su cuello, el resto de la cuerda por la argolla de la cabezada de cuadra y luego se amarra, así tirara de la mitad de su cuello haciéndole ir adelante y no se hace daño en su nuca. Lo he utilizado y da buenos resultados, más en unos caballos que en otros. La cabezada de cuadra normal muchas veces se rompe por sus costuras, en su lugar he utilizado la cabezada de cuadra de cuerda, esa no se rompe con facilidad. En las fotografías se ve como se utiliza el método. El potro de la fotografía golpeaba con sus manos defendiéndose, le agregue al método una cuerda que iba por detrás encima de sus corvejones y atada a la argolla, cuando el potro iba hacia atrás se encontraba con esta cuerda que se lo impedía, me dio resultado, con este potro también utilice la cabezada de cuerda porque tiraba mucho.
 Hay que intentar resolver los problemas con lo que tenemos a mano y de la manera menos violenta posible. Espero que os sea útil.
 David Muriel Holgado
              Consideraciones interesantes de Marcela. Hola David, tambien hay que considerar que un caballo potro o no, domado o no, puede estar y probablemente lo este, muy asustado si tuvo cualquier accidente o lesion, aplicar algun sedante a veces no esta de mas. Por otra parte si aplicas inyecciones en la tabla y para asegurarse que no se forme un abseso, se tomara como regla general: a un palmo de la crinera, en la zona media del cuello y la aguja (esto es lo importante) debe entrar en diagonal(entre 30~40º de inclinacion) ya que cuando entra se romperan los capilares y si introducimos la aguja verticalmente la linfa que segregan querra salir por el mismo orificio creando el abseso, si por el contrario es oblicua, se ira disipando y no se formara. Espero haber sido clara, otro lugar puede ser en el pecho, en la grupa puede ser en vertical, generalmente cuando necesitamos administrar medicamentos de mas de 15cc o muy densos como la terramicina. Por ultimo, no utilizar agujas mas gruesas de lo necesario. Saludos!

martes, 17 de abril de 2012

EL CABALLO EN LA MANO Y CONTACTO.


La puesta en la mano es fundamental,
Podhajsky decía que estar en la mano un caballo es estar obediente al jinete. Que responda al instante a cualquier indicación del jinete y sobre todo que esté cómodo, sin miedo al dolor que puede producir el bocado si se usa inadecuadamente. El jinete tendrá buena mano porque la boca del caballo es sensible, y como decía Nuno Oliveira que tirar o elevar continuamente con las riendas, es inútil, solo sirve para fatigar los brazos del jinete y que el caballo tenga miedo, e insensibilizar su boca, endurecerla, hasta casi hacer imposible la parada. Para ponerlo en la mano hay que trabajarle mucho, realizar muchos ejercicios de gimnasia, así como flexiones directas y laterales desde el suelo y montado, como nos indica Baucher. En los inicios de la doma de un potro le dejaremos que coloque su cabeza más libre con el cuello más alargado hacia delante y hacia abajo. Continuar hasta conseguir poner su cabeza, en posición cercana a la vertical, Nuno decía que cuando esté entrenado debe ser puesto sobre el bocado pero no por la fuerza; para ponerlos en la mano las riendas fijas laterales no son infalibles, se hace a base de gimnasia. Si no puede quedarse unido, excepto por la fuerza y tracción sobre las riendas, estará sin alegría, ligereza y flexibilidad. No todos los caballos debido a su conformación pueden, al tener mala disposición del cuello, cuello invertido, o demasiado corto, los caballos con cuellos cortos y gruesos, no pueden ser ligeros cuando están en la mano. Con caballos con el cuello cóncavo, se trabajara con extensiones y variaciones de marcha, transiciones, incurvaciones y gimnasia, las manos del jinete lo más suaves posible, premiar y permitirle ir con riendas flojas, terminará teniendo contacto con la mano y reunido.
El caballo en la mano estará con gran ligereza y tendrá su cuello, cabeza y cuerpo en equilibrio, y dispuesto a atender cualquier indicación del jinete. El caballo bien colocado, ligero en el tercio anterior, tendrá la mandíbula móvil, saboreando el bocado y estará ligero a la mano. Cuando Baucher nos habla de “plegar el pico” expresión que aparece en su obra muy a menudo, se refiere a que el caballo con ligereza situara su cuello y su cabeza bien colocados cerca de la vertical, respondiendo a las riendas, con movilidad de la mandíbula, si el caballo no tiene móvil la mandíbula será porque tiene alguna tensión y si tiene tensión en esta parte tendrá tensión en el cuello y en todo su cuerpo. Para “plegar el pico” a un caballo y conseguir tener movilidad en la mandíbula se harán ejercicios de flexiones.
Cuando el caballo está en la mano nunca su cabeza se situara detrás de la vertical; la punta de su nariz se encontrara a la altura de sus ancas y su nuca será el punto más alto.
Algo que considero que hay que tener muy en cuenta y que nos enseño Podhajsky, que las manos del caballo no podrán avanzar nada más que hasta el punto donde la prolongación de su cabeza, por lo tanto en los pasos alargados se dejara que extienda su cuello y cabeza.
Monta tu caballo recto y móntalo en movimiento adelante.

El caballo puede estar en la mano, detrás de la mano, o delante de la mano.
Si no lleva el cuello extendido, levanta mucho la cabeza poniéndola casi horizontal puede llegar a ser un caballo con (la nariz al viento o caballo estrellado), si el jinete tira de las riendas, el caballo despapa, se quiere librar del bocado, a esto se dice que el caballo está delante de la mano, no responde al bocado y el caballo ira invertido. También Baucher llama caballo abocinado al que lleva mucho tiempo el cuello y la cabeza muy bajos, se puede decir que estos caballos no están en la mano, no confundamos el caballo abocinado con el caballo que estira bajando su cuello para relajarse, a veces hay que dejar que estire su cuello y baje la cabeza para que estire sus músculos y descontraer su dorso.
Se dice que el caballo está detrás de la mano cuando el caballo se encapota, esto quiere decir que pone su cabeza pegada a su pecho muy por detrás de la vertical, para librarse del efecto del bocado. En esa situación el jinete puede hacer poco, barajando las riendas se puede corregir esta posición, hay que intuir sus intenciones antes de que lo realice para impedírselo, también se le impulsara con las piernas para que vaya hacia adelante.
Se puede corregir a base de gimnasia, flexiones y con mucha paciencia, con las riendas flojas y con unas manos suaves.

CONTACTO.
Contacto según la denominación de Podhajsky “es la unión entre la mano del jinete y la boca del caballo, para conducirlo y reunirlo”. El caballo buscara un suave apoyo con el bocado, con un contacto permanente y uniforme, buscando un sostén en la rienda “quinta pata”, se dice que el caballo está en la mano. Se procurara tener el mismo contacto con las dos riendas. No es el jinete quien debe, tirando de las riendas, buscar la unión con la boca del caballo, el caballo es el que debe buscar el contacto de la mano del jinete.
Este contacto como apoyo sobre las riendas, es debido a una impulsión constante, flexible y con una intensidad apropiada. Si se abusa del contacto se obtendrán unos trancos cortos, sin ritmo y poco regulares.
El Capitán Beudant, decía que se debe permitir que los caballos se muevan con riendas libres, así se llegara al éxito. No sujetar a los caballos. Dar libertad. También decía que debemos “Pedir con frecuencia, contentarse con poco y premiar mucho”.

Cada caballo tiene su punto de contacto. Cuando establezcamos una conexión con el caballo a través de las riendas por primera vez, deberemos averiguar cuál es el grado de conexión al que debemos llegar para obtener una respuesta del caballo. Si mantenemos un contacto estable en el que le ofrecemos apoyo al caballo, seguido de una lenta cesión, el caballo podrá aceptar el contacto y encontrará la forma de llevarse a sí mismo.
Nuestra obligación es encontrar un contacto agradable y sujetar las riendas correctamente para producir un contacto elástico en la boca del caballo. Tendremos las manos ni demasiado bajas ni demasiado altas. Si tenemos las manos demasiado bajas, el movimiento se volverá pesado y rígido, ya que los codos y los hombros estarán tensos. Si mantenemos los codos elásticos y realizamos el movimiento correctamente, sentiremos que el gesto es fluido y suave, sin tensión. Las muñecas estarán suaves y ligeras, nuestra pelvis neutra, notando el contacto en los codos. Estaremos cediendo intermitentemente sin que el caballo pierda el contacto. Sobre esa presión que ofrece el caballo debemos nosotros presionar un poco más hasta que comienza a ceder. Si tiramos de un caballo, el caballo tira más y nadie gana. Cuando el caballo está equilibrado y su dorso está relajado, encontramos el contacto y la presión se convierte en un movimiento rítmico que establece el equilibrio en cada tranco, un intercambio armonioso entre el caballo y su jinete.

José Manuel Sales Pons nos indica que el contacto que tenemos con nuestro caballo es a través de las riendas, nuestra pierna y nuestro culo (asiento), que debemos sentarnos sobre nuestros huesos ísquiones, y que cuando tiramos de las riendas lo haremos desde el brazo, no utilizaremos nuestro bíceps. Debemos comunicarnos con nuestro caballo con mucho tacto, desde que nos subimos hasta que nos bajamos de nuestro caballo estamos comunicando algo a nuestro caballo, recibe información de nosotros a través de nuestra situación encima de él y nuestros movimientos. Otra forma de comunicarnos es a través de nuestra voz, con el “so” para parar o el chasquear “clhass” para que se ponga en marcha. Supongamos que llevamos una carga a nuestras espaldas, si subimos la cabeza sentiremos molestias en nuestra zona lumbar, para ir cómodamente llevaremos nuestra cabeza hacia adelante, así tiene que ir el caballo. Nosotros somos una mochila inteligente para el caballo eso nos dice José Manuel, y os remito a que leáis sus interesantes artículos en su blog “Ocurrencias Hípicas”.

David Muriel Holgado

jueves, 12 de abril de 2012

LA VIDA DEL SEMENTAL. 2ª parte.

Pasado el caluroso verano, el yegüero lleva al semental a la piara donde están las yeguas con sus rastras, lo suelta, y él, deseoso de juntarse con los suyos, emprende gran carrera al galope para saludar a su harén. Esto ocurre en las fincas andaluzas donde el semental campara con las yeguas que le han asignado con el fin de cubrirlas a todas. Estas fincas suelen tener gran extensión y si el terreno es accidentado, con subidas y mucho monte, mejor para mantenerse en forma. Le suelen adjudicar más de veinte yeguas, y estas están continuamente moviéndose, van de un lado al otro de la finca, pobre semental que necesita la compañía de las yeguas, intentando tener a todo el grupo reunido, protegiéndolo, yendo a reunir a los potros pequeños que se quedaron atrás para juguetear, defiende el territorio donde están dando estabilidad y uniendo al grupo, esta manada es demasiado grande en un terreno muy extenso. En estado salvaje un semental tendrá una banda que constara de hasta cinco yeguas y en algunos casos menos, así lo tiene fácil, tendrá a la banda unida sin gran esfuerzo, incluso puede jugar con los potros jóvenes, con estos juegos aprenderán a comportarse socialmente. Con más de veinte yeguas a su cargo algunos días cubrirá muchas veces, se pondrá en forma aunque en algunos casos adelgazará bastante y estará bastante estresado. En fincas de terreno llano y más pequeñas, aunque tenga muchas yeguas, lo tendrá más fácil al tenerlas controladas a todas.
Cuando destinamos a un potro para semental, lo dejaremos con los potros machos de su misma edad en libertad en el campo y si éste es grande y con monte, con subidas y muy accidentado mejor, así se musculara y estará flexible con sus cascos sanos, aprenderá jugando con sus amigos. Si los llevamos a las cuadras, pueden pasar parte del día en libertad con otros potros o con algún caballo castrado. Empezaremos a enseñarle a ir del ramal y que vaya tranquilo junto a otros caballos, iniciaremos su doma y empezaremos a montarlo. Cuando queramos que empiece a cubrir, se le dejará con una yegua madura en un campo, ésta le enseñara, la cortejará, y si sale a celo se dejará cubrir, si no lo rechazará. Si podemos los dejamos juntos incluso cuando ha tenido al potrillo, así ira formando su pequeña banda.
En cautividad a veces la fecundidad es muy baja, debido al estrés del semental al estar en cuadras encerrado todo el día, y la baja fecundidad de la yegua puede ser debido a no convivir con él durante todo el día, por eso no sale a celo, también puede ser debido a que en estado salvaje ella elige al semental y en nuestras manos se lo imponemos.
Lucy Rees junto con sus alumnos, todos los años realizan un curso en los Llanos de Venezuela, donde viven los cimarrones en estado salvaje en fincas de muchísimas hectáreas. Estos cimarrones tienen condiciones de vida muy extremas. El curso lo realiza en el mes de abril, observan e investigan la forma de vida de estos caballos, sus costumbres y comportamiento, de todos estos conocimientos hace sus estudios. Podemos leer sus artículos donde nos habla de todo esto. No he tenido la oportunidad de estar en ninguno de esos cursos, pero con lo que he aprendido de Lucy y con su permiso, en relación a los sementales contare algunas cosas. Cuando estos sementales tienen alguna disputa entre ellos por defender a su banda, se muestran amenazantes, poniéndose de manos y dando manotazos, pero nunca llegan a hacerse daño físicamente, porque cualquier herida en esas condiciones de vida les causaría una infección y les llevaría a la muerte, eso ellos lo saben. Cuando se ven en el campo se acercan y comprueban que son machos, se examinan, se pelean un poco y luego continúan calmados. El semental parece pacifico, los que más molestan son los machos solteros que forman grupos para conseguir alguna yegua y empezar su propia banda. A los sementales que ya tienen banda les gusta jugar con sus potros al tener un fuerte vinculo paternal, mantiene a sus yeguas y están bastantes confiados, cuando alguna sale a celo la separa de la manada, no deja que otros se acerquen a ella braceando y chillando. El semental más llamativo es el que más atrae a las yeguas y el que más éxito tiene en la manada.
En estado salvaje existen las bandas natales, en éstas son las yeguas las que eligen al semental, si sale a celo y no está cerca éste rechazará a otros sementales. También están las bandas de solteros. Todas las bandas cuando hay peligro se juntan para formar una manada grande y huyen en bloque, así lo tienen más difícil los depredadores. Los potros a cierta edad más o menos a los dos años se separan de los padres, los machos forman la banda de solteros, y a las potras también les llega el momento de dejar a su padres y forman junto a un semental una banda propia o se junta a una ya formada. Los potros van por ahí con su banda jugando, ellos muy chulitos se acercan a otras bandas, alguna potra que desea dejar la banda natal se une a ellos, el más atrevido la separa y se va con ella como si fueran novios. Muchas veces los potros jóvenes se despistan jugando y pierden a sus potras. Algunos potros se acercan a las bandas y el semental no se lo impide y poco a poco pastando al lado de alguna potra se va haciendo amigo de ella y se la lleva. Algunos sementales dejan que varios potros entren en su banda, a veces estos potros cubren alguna yegua sin que el semental diga nada, otros se acercan a las potras tímidas y cuando menos se lo espera está encima de ella. Si un semental se hace responsable de otra banda porque el otro ha muerto, se juntara con muchos miembros y andará loco para controlar a todos, va muy estresado, debido a esto muchas yeguas deciden ir a otras bandas.
La preferencia de color a la hora de aparearse es debido al imprinting (experiencias vividas de recién nacido), lo que les ocurre nada más nacer se les queda grabado de por vida, por eso es fundamental que el potro esté con su madre, por eso algunos sementales sólo quieren aparearse con yeguas del mismo color que el de sus madres. ¿Qué ocurrirá si no dejamos que en ese momento después del nacimiento sea una experiencia para madre e hijo sin nuestra intervención? ¿Si hacemos imprinting con un chándal amarillo, de mayores sólo quieren aparearse con caballos de ese mismo color? Con relación al color de la capa, se da el caso de que en yeguadas que tienen varias capas entre sus yeguas, las castañas se juntan con las castañas y las tordas con las tordas. Ahora puedo pensar que es debido a lo que he dicho antes. Pero también puede ser que en estado salvaje cuando se juntan para huir, para tener más éxito en la huida y confundir al depredador se juntan en un grupo grande los miembros que tienen el mismo color de capa. Es algo que tengo que confirmar.
David Muriel Holgado

martes, 3 de abril de 2012

PHILIPPE KARL y “LA ESCUELA DE LA LIGEREZA”.


Nació en 1947. Deja los estudios de medicina y comienza a estudiar zootecnia en el año 1968, dedicándose a trabajar con los caballos. Ya en 1972 dirige un departamento de formación profesional ecuestre hasta 1979 en la Escuela de Zootecnia en Rambouillet. En 1980 tiene sus propias cuadras compaginando con las competiciones en concurso completo y salto. En 1985 fue nombrado miembro de la Escuela Nacional Francesa de Equitación de Saumur. Participa durante años en los espectáculos y las galas de alta escuela de “Cadre Noir” presentando números de riendas largas. En 1998 deja la Escuela Saumur y se dedica a dar clínics recorriendo y enseñando a muchos alumnos a montar a caballo en países de Europa y en Estados Unidos.
Entre los libros que ha publicado se encuentra “Escuela Superior de la equitación” y de la editorial “picobello” “El laberinto de la doma clásica moderna”; traducidos a varios idiomas con un merecido reconocimiento internacional. También posee un gran talento como artista, en sus libros aparecen dibujos realizados por él.
En el 2004 Philippe Karl fundó “La Escuela de la Ligereza” con el fin de transmitir la filosofía de la ligereza, donde se enseña a profesionales de la equitación durante tres años, también aprenderán la mejor forma de enseñar a sus alumnos. Con el objetivo de conseguir un caballo polifacético, ligero a las ayudas del jinete en todo momento, excluyendo cualquier uso de la fuerza o de medios de coacción, está dirigida a todas las razas pudiendo aplicarse a todas las disciplinas ecuestres. Hay varias etapas en la Ligereza, la inicial, la flexibilidad, la movilidad, la reunión.
Para ello se realizan movimientos del filete desde el suelo, para suavizar la boca, soltando la mandíbula. El caballo estará relajado si mueve la mandíbula. Hay que conseguir la cesión de la mandíbula con la elevación adecuada del cuello. La mano restablecerá el equilibrio y la relajación con cesión de la mandíbula. Tendremos que restaurar la impulsión con la pierna y con un uso inteligente de la fusta, el uso excesivo le lleva al pánico. Haremos flexiones laterales del cuello, mediante círculos y giros. Se realizaran transiciones varias, pasos laterales y gimnasia. Restableciendo la relajación y flexibilidad. El Piaffe es la esencia de la reunión; si se hacen transiciones del Trote al Paso atrás, se llega al piaffe. Utilizando el principio de Manos sin piernas (ligereza en la mano, haciendo pasos atrás sin resistencia) y Piernas sin manos (ligereza a la pierna, pasos enérgicos hacia delante).
Con ayudas ligeras enseñando los ejercicios para mascar e incurvarse en la mano. Tiene que acabar aceptando con suavidad el filete y, filete y bocado juntos. Llegar a unos buenos alargamientos, movimientos laterales, cambios de pie en el aire; un Piaffe enérgico con la nuca en el punto más alto, y las articulaciones posteriores bajas; un buen paso español; un Passage medianamente elevado pero regular.

David Muriel Holgado

martes, 27 de marzo de 2012

LA VIDA DEL SEMENTAL. 1ª parte.


Semental es el caballo que se destina para reproductor. Son más excitables y briosos que los caballos castrados. Es posible que un potro con algo más de un año pueda dejar preñada a una potra de su misma edad, se han de tener precauciones, para que esto no ocurra. No siendo recomendable que los sementales comiencen a cumplir sus funciones antes de los cuatro años de edad. En la Pura Raza Española, te dan apto como reproductor a caballos que tengan más de tres años. Nunca dejaremos que nos mordique, nos de manotazos o que nos empuje.
En una yeguada de caballos de pura raza española, que tienen sus caballos en una finca en la meseta castellana, unas cuantas hectáreas sembradas de cebada, para que una veintena de yeguas pazcan. Compraron un bonito ejemplar castaño para semental, a una yeguada “La Escalera” de reconocido prestigio, éste iba a realizar la tarea de cubrir a las yeguas. Tenían al semental en una cuadra alejado de las yeguas, estando todo el día en su cuadra oyendo el ajetreo de las yeguas, con sus relinchos que van y vienen sin poder verlas ni olerlas, estará nervioso con un carácter inaguantable, al comienzo de los celos en un patio sacaban del ramal al semental con el serretón en su nariz para poderlo controlar, arrastraba a quien lo manejaba y le harán daño en su nariz. Torpemente y sin experiencia sujeto por un hombre en el patio, el semental con saturación de testosterona y adrenalina, se puede poner agresivo; la yegua es llevada al patio por otro hombre, aparentemente en celo se la amarra a una argolla y sin cortejo previo, el semental intenta montarla, la yegua se cruza, el hombre intenta ponerla recta, el semental sube encima y pasa sus cascos delanteros cerca de la cabeza del hombre, con el consiguiente peligro, falto poco para golpearle, la yegua intenta morder al hombre que la obliga a que se mantenga recta, si está en celo se deja cubrir, si no lo está se intenta defender golpeando con sus cascos traseros en el pecho del semental, para que no golpee le suelen poner un arnés que son unas cuerdas que van de las cuartillas traseras al cuello, así no podrá cocear. Cumplida su misión se le separa inmediatamente de la yegua, cosa antinatural por ser su misión el protegerla. Al final de la temporada de cubriciones, con excesivos riesgos solamente quedaron preñadas dos yeguas. Fracaso total.

Podemos aprender de los sementales que viven en estado salvaje, no es el mismo comportamiento de los sementales que están en continuo peligro y que en su entorno viven depredadores que les pueden comer, que los que pueden estar tranquilos porque estos depredadores no existen. El semental en manada, tiene en su harén hasta cinco hembras con sus hijos, cuando empiezan forman una banda con una hembra, su instinto y su misión es la de proteger, vigilar, agrupar y defender a su banda, a veces se ponen detrás del grupo reuniendo a los potrillos rezagados, es por donde le viene el peligro, también desde un alto y a un lado controla al grupo. Cuando salimos en ruta siempre irán los sementales los primeros, luego los castrados y por ultimo las yeguas, si paramos siempre ponemos al semental arriba y a un lado, se encuentra más tranquilo controlando desde ahí. Si hay muchos en la banda el semental estará estresado intentando controlar a todos. Un semental no se aparea con potras jóvenes de su banda, así evitan la consanguinidad, las yeguas tampoco se dejan cubrir por los jóvenes de su grupo.
En nuestras manos los encerramos, por eso están frustrados al no poder realizar su misión en la manada. Si no están con otros en manada, no aprenden lo que tienen que hacer cuando cubren, por eso muchas veces se sienten torpes, y muy pocos hacen el cortejo previo. También hay yeguas que nunca han visto a un semental, ni a potrillos pequeños, y no conocen como se comporta éste, estresándose cuando la llevamos a que la cubra. Ocurre que como llevamos a la yegua atada para que la cubra, el semental creerá que todos los caballos son yeguas en celo, por eso se excitan en presencia de otros caballos. Si nos acercamos a un semental después de haber estado nosotros con yeguas en celo, tener cuidado, el olor de nuestra ropa excitara al semental queriéndonos montar. Al estar encerrado en cuadra estará nervioso y su fertilidad baja, estando en cuadra puede cubrir de una a dos veces al día y en libertar mucho más, cerca de diez veces.
Podemos cambiar los hábitos dando mejor calidad de vida a nuestros sementales y yeguas. A un semental que ha vivido siempre en cuadra, hay que irle dejando que vivan en cuadras cercanas a alguna yegua, no se la sacara de repente, los podemos llevar del ramal juntos para que sienta que es de la misma banda, si sale a celo llevamos a los dos agarrados para cubrirla, luego los soltamos y los dejamos solos, posiblemente la cubrirá por segunda vez en poco tiempo. Hay yeguas que no salen a celo, le viene muy bien dejarla que viva junto a un semental experimentado acostumbrado a la vivir con yeguas. A los sementales jóvenes también se les deja que convivan con yeguas viejas y que las cubran cuando estas salgan a celo, la yegua les enseñara como y cuando deben actuar.
Al año siguiente el propietario de la yeguada, hablando con un militar, de los de Cría Caballar, que sabia bastante, le dijo que al semental hay que dejarlo libre con las yeguas para que las cubra, ese año quedaron todas preñadas. En esa misma yeguada comprobé como este semental, había aprendido a cortejar a las yeguas y realizaba su labor de semental a la perfección, un día de primavera estaba cubriendo una yegua y le buscaban otras dos que estaban en celo, acabo con una y la otra se meaba toda, le presento el culo sin dejar que éste se recuperara, subiendo el semental su cabeza enseñando los dientes haciendo el gesto Flehmen, para absorber ese olor que las yeguas desprenden cuando están en celo. El rato que allí estuve, el macho cubrió a tres yeguas.
Otro día fui a ver a una potra de cuatro años, que quería comprar, estaba en un terreno pequeño junto con una yegua bastante arisca y su potrillo de pocos días de vida. También estaba un semental castaño morcillo, juntos en el mismo terreno, un semental grande y macizo. Le pregunte al propietario que si estaba preñada la potra, me contesto que no lo sabía. Era un día de primavera con energía natural, de esos días que deseas que no acaben, en esto al estar echándole un vistazo, le comente al dueño que esta potra está en celo, no va a tardar ni veinte minutos en cogerla el semental, meaba continuamente, vulveaba subiendo la cola, justo con un ligero cortejo y sin intervención humana el semental subió encima y la cubrió.
Las nuevas yeguadas se gastan cantidad de dinero en instalaciones, con naves grandes con sus bebederos automáticos. En una de estas, tenían la nave de los sementales, con boxes amplios pero cerrados de ladrillos, en ocasiones podían sacar sus cabezas por sus puertas y veían a sus vecinos, de frente ven una pared que del otro lado están las yeguas con sus rastras en una nave amplia, que los animales no podían ver. Les sacaban al patio algunos ratos al día, algunos días no podían sacar a todos y casi nunca juntos para que no se pelearan. Siendo misión del semental el proteger a la manada, se le está impidiendo realizar su labor, por eso se frustraban continuamente. Los sementales en sus cuadras desesperados, al tener compañeros en las cuadras contiguas que consideran rivales, intentaban verse por encima de la pared poniéndose de manos, relinchando angustiados, se hacían daño en sus patas y ocurriría algún accidente mayor, para que no subieran, por arriba pusieron pastor eléctrico, que al poco tiempo no respetaban. Estos sementales que son aislados desde pequeños, no han aprendido a comportarse, no teniendo educación social y hacen poco ejercicio. En estas cuadras los sementales mejoraron bastante cuando les hicieron unos huecos en las paredes y pusieron unos barrotes de hierro, ahora se podían ver y oler entre ellos.
Si tenemos a los sementales separados de las yeguas, en cuadras en lo alto del terreno, estas cuadras están separadas por barras, así puede tener contacto con los caballos que están a su lado. Cuando introducimos a un caballo nuevo a estas cuadras, hasta que se conocen, se levantaran de manos y se excitara, si el otro caballo está tranquilo o atado se calmara antes, es muy posible que estos caballos se hagan grades amigos. Estas cuadras tienen vistas al campo y a las yeguas, aunque éstas están un poco más alejadas, con las cuadras abiertas aunque en Castilla hace mucho frio en invierno, estos sementales tienen mejor calidad de vida que otros. Es buena idea sacar al semental si tiene modales, junto a la yegua en celo que tenga que cubrir en un patio grande. O dejarlos juntos parte del día.
David Muriel Holgado

jueves, 15 de marzo de 2012

SENTIMIENTOS DEL CABALLO.


Llego el momento de que mi yegua pariera, es muy delgada pero había engordado mucho. Tenía gran interés en ver el acontecimiento del parto, sin estorbar, para ello madrugaba todos los días y haciendo fuego para calentarme pasaba las horas a la espera, pero no conseguí verla. Eran días de mucho frio, le tenía preparado un refugio con cama de paja limpia para que entrara en él y parir allí si así lo deseaba, pero ella prefería estar fuera en el pequeño campo con su amiga, su amiga es mayor que ella, había parido tres veces pero llevaba mucho tiempo sin parir. Un día llegue y la sorpresa, mi yegua ya había parido, el potrillo era muy grande y estaba perfecto, la madre también se encontraba bien, pario en el mismo sitio que la vez anterior, retire los restos del parto, la bolsa amniótica, la placenta que estaba entera, y limpie un poco sus muslos. Pude acercarme al potrillo y desinfecte su ombligo. Vi como se agarraba a la teta de su madre para mamar, todo había ido bien.
Al día siguiente ocurrió lo siguiente, cuando llegue a las cuadras, vi a la madre en un campo sola, al potrillo y a la yegua mayor los encontré cerca de las cuadras, al llegar la yegua mayor me miraba como diciéndome “mira lo que tengo”, el potrillo buscaba sus mamas y ella le dejaba, estaba orgullosa, se había apoderado del potro, su instinto maternal fluyo tanto que quiso ser la protagonista del acontecimiento, ella llevaba mucho tiempo sin ser madre. Bueno, yo como si nada, estuve haciendo otras cosas sin dejar de observar, así hasta cuatro horas, la madre iba a por su hijo, la otra la echaba de allí, con gestos poniendo sus orejas hacia atrás, y arremetidas con la cabeza, cualquiera se acerca, la madre desesperada “me han quitado a mi hijo”. La yegua mayor es una yegua muy buena, nunca ha hecho un mal gesto, ni cuando se la monta, no me atrevo a calificarla, pero puedo decir que es lista, te mira con dulzura volviendo su cabeza como diciéndote algo, no ha tenido muy buena educación, ha aguantado cualquier trato, montada va muy acelerada, y cuando repartes comida ella se impone sin demasiada agresividad a ser la primera para comer. ¿Por qué actúa quitándole el potrillo a su amiga? No esperé a ver lo que seguiría ocurriendo, cambie de sitio a la yegua mayor y deje a madre e hijo en otro lugar, no podía arriesgar, si llevaba mucho sin mamar, si no mamaba los calostros, también se le podía retirar la leche a su madre. Los sentimientos que intervinieron en esta situación pueden ser “Celos”, su instinto maternal fuerte la impulso a “Querer ser madre” o sólo “quería llamar la atención”. No lo se, después de un tiempo volvieron a estar juntas con el potro, con una convivencia normal, sin ser grandes amigas, pero con un pequeño hermanamiento.
Los sentimientos y emociones de los caballos igual que los nuestros, a veces son difíciles de entender. En manada y en grupos grandes hay una red de vínculos que unen en amistad a algunos caballos, y a otros no. También se da el caso de que algunas yeguas tienen que convivir en el mismo grupo teniendo una gran enemistad entre ellas, aparecerán dentro del grupo en extremos opuestos. No le demos vueltas. Creo que lo que es cada caballo, digamos que su esencia está en su mente y en su corazón.
A la pregunta de ¿tu caballo te quiere?, reflexiono y no contesto a la ligera, estoy seguro que mis caballos me quieren. Pero no es el mismo querer que el que sentimos entre humanos. Creo que me quieren porque les doy de comer, estoy con ellos, les masajeo donde les gusta, me preocupo por ellos, por su salud y ellos lo notan, porque confían en mi, y esa confianza la basan en que yo no les haré daño nunca, que no les haré pasar por situaciones incomodas y desagradables. Siento que me quieren porque al llegar cerca de las cuadras reconocen mi vehículo y les noto alegres, algunos relinchan de alegría, alguna vez algún amigo me espero en el camino al lado de las cuadras y me comento que ya se alteraron mucho antes de que él viera mi coche. Ahora, estoy seguro de que si tuvieran que decidir, quedarse conmigo para siempre o con un amigo de la manada, elegirían quedarse con sus amigos pastando para siempre. O no.
También he vivido otras situaciones, caballos que han dado muchos problemas en el desbrave, hace mucho tiempo. Es probable que hayan tenido malas experiencias, yo no lo se, pero llegaron sueltas en un camión dos potras cerriles con mucho de “ingles”. Me costo mucho desbravarlas, me era difícil cogerlas, conseguí montarlas, pero no venían a mi con confianza, hoy habría actuado de otra manera y habría salido todo mejor para mí y para ellas.
Un día me caí de mi yegua alazana, ella muy briosa, yo quede en el suelo junto a sus manos, ella no me piso y estuvo a mi lado hasta que me recupere. Era tan dulce y me quería tanto. En la misma situación a muchos les toca ir andando hasta casa.
No se por qué, pero en los caballos existen los flechazos, y aunque no le hayamos rascado su cruz, unos se quedan con nosotros y otros no, ellos eligen, será por nuestro olor o por nuestro lenguaje corporal. Hay personas con tanta sensibilidad, sobre todo mujeres y niños que atraen a cualquier caballo y se hacen amigos de todos.
El hombre tiene el cerebro el doble de grande que el del caballo, en una parte de nuestro cerebro teneos la razón, la lógica, la imaginación, la planificación del futuro, el lenguaje; pero la parte que trata las emociones el sistema límbico es igual de grande en el caballo que en el hombre. El cerebro del caballo tiene poca capacidad de racionalizar, no puede imaginar, no tiene concepto de futuro, no hace planes. Vive el momento, pero eso si, con recuerdos de lo bueno y lo malo que le ha pasado. Con una increíble memoria apreciara si ha cambiado algo en su entorno, incluso recuerda el sitio exacto en el que le ocurrió algo. Su cerebelo que es el que controla los movimientos en equilibrio es más grande que el del humano.
La producción de las hormonas del estrés les ayuda a superar lo que ocurre en sus vidas, superar un susto y una huida de los depredadores, alguna herida o lesión, el cambio de grupo de los jóvenes, superan el destete, superando estas incidencias, él vuelve a la vida de equilibrio y tranquilidad, descansando y recuperándose.
Sentimientos y estados:
Amistad: Estar hermanados es tener un lazo fuerte de unión entre dos caballos amigos, pasean juntos, se asean juntos, se quitan las moscas, se rascan la cruz, van juntos en la manada. Si no tienen miedo de las personas, tienen con ellos sentimientos, pueden considerar a los humanos como caballos, si le acaricias, cepillas y rascas su cruz el rasca tu espalda. Si a un caballo solitario le ofreces amistad, no se separara de ti. Si eres audaz y con sentido común te trata como a un líder. Relacionados con la amistad están los sentimientos de amor, cariño y afecto.
Tristeza: Seguro que se entristecen cuando a un amigo se lo llevan a otro lugar. Cuando ven un remolque, se alteran, por la novedad de si llega un nuevo caballo o por la posibilidad de que se lleven a un amigo. ¿Cuánto tardan en superar esta separación? ¿Reconocen a su amigo en el caso de que regrese pasado un tiempo? El que estén frustrados también les lleva a la tristeza. Se frustran al no poder hacer lo que quieren, como por ejemplo pasar encerrados continuamente en un box.
Alegría: Están alegres y contentos cuando están en el prado con sus amigos correteando y saldando, haciendo cabriolas en el aire. También cuando están con nosotros si somos amigos, y aunque no seamos amigos suyos si no han tenido ninguna experiencia negativa con los humanos, por curiosidad se acercaran a nosotros y si le damos caricias y buen trato estarán a gusto a nuestro lado.
Ambición: No son ambiciosos, aunque les montemos en concursos de importancia, ellos no ambicionan ser montados y no entienden lo que significa el conseguir trofeos. Pero percibe cuando estamos contentos con él, porque algo ha hecho bien.
Animo: Tiene cambios de estado de animo. El tiempo y el clima y otras situaciones les hace cambiar de ánimo. En primavera se les altera la sangre.

Percepción: Tienen una captación intuitiva de percepción del pensamiento, incluso de lo que pensamos nosotros, y de nuestro estado de animo, si estamos contentos, cabreados, preocupados, etc. Los caballos siempre piensan en positivo.

Posesión: El sentimiento de posesión en el semental está acentuado y éste necesita la compañía de las hembras, también reúne a todos los de su grupo para protegerlos. Incluso defienden el territorio donde estará su harén. El semental da cierta estabilidad a la manada y une al grupo.

Familiar: Existe un sentimiento o vinculo familiar muy fuerte, la amistad y la actuación del semental son sentimientos que crean la estructura del grupo. El sentimiento maternal de la madre con su hijo. El vinculo familiar lo vemos cuando se asean, dormitan, juegan y se desplazan juntos. El semental juega con sus potros. Los potrillos se hermanan con los de su edad. Se crean grupos de solteros. Las yeguas se hacen amigas uniendo familias.

Preocupación: Si están preocupados buscan la compañía de otro caballo, o de nosotros y el encontrarse seguros y las caricias les calman.
Muerte: ¿Qué sienten ante la muerte? Los caballos no están pendientes de la muerte, ni cuando otros caballos mueren aunque sean amigos. Pueden percibir cuando se acerca su muerte alejándose del grupo. Las muertes por vejez muchas veces son debidas a un fallo cardiaco. Las yeguas, si su potro ha muerto al nacer, que no lo ha olido, visto y oído vivo, no lo echa de menos porque no se han creado sentimientos maternales; pero si muere al poco de nacer se queda con el cadáver durante días, sin querer volver al grupo.

No entiende de ordenes, ni obediencia, ni autoridad, pero si entiende de dolor y de incomodidad.
¿Dependiendo de su temperamento, carácter, genética, raza, enseñanza y sus condiciones de vida los caballos también pueden ser o estar; Pesimistas, optimistas, depresivos, resignados, resentidos, voluntariosos, traumatizados, apasionados, enfadados, orgullosos, egoístas, soñadores, juguetones, holgazanes, linfáticos, fogosos, felices …?
David Muriel Holgado

miércoles, 7 de marzo de 2012

ALOIS PODHAJSKY

Alois Podhajsky nació el 24 de febrero de 1898 en Mostar (Bosnia – Herzegovina), y llego a coronel del ejército austriaco. Murió el 23 de mayo de 1973 en Viena. Durante 25 años fue director de la Escuela Española de Equitación de Viena (Austria), entre 1939 hasta 1965. Fue también medallista Olímpico y escribió entre otros libros “Mis caballos mis Maestros” “La equitación Clásica”. La Escuela Española de Equitación de Viena, fue fundada en 1572 con los caballos de Raza Lipizanos, descendientes de la raza Pura Española, los caballos Lipizanos se adiestran para la doma clásica y alta escuela. Está situada dentro el palacio imperial de los Habsburgo, el edificio lo mando construir el emperador Carlos VI del Sacro Imperio en 1735, el picadero es de estilo barroco, el arquitecto se inspiro en el palacio de Versalles. Estos caballos son criados en la “Yeguada Piber Federal” de donde se abastece la escuela.

Podhajsky era director de la escuela durante la segunda guerra mundial, en los bombardeos a Viena, evacuo para mayor seguridad a los sementales y a las yeguas. Pero los refugiados intentaban robar estos caballos para comérselos, había que protegerlos. El general Patton del ejercito norteamericano conocía a Podhajsky cuando éste competía en los Juegos Olímpicos, puso bajo la protección de Estados Unidos a los caballos Lipizanos durante la guerra. Podhajky dio un espectáculo con los caballos y jinetes de la escuela a Patton y a los norteamericanos.
De la yeguada de Piber se apropiaron los alemanes de muchos caballos lipizanos, fueron llevados a una yeguada Nazi en Hostau (Checoslovaquia), rendidos los alemanes en abril de 1945, los norteamericanos recuperaron a los caballos Lipizanos antes de que cayeran en manos de los soviéticos que posiblemente los sacrificarían para carne. Después de la guerra los Lipizanos volvieron a Viena en 1955. Podhajsky fue muy conocido por salvar a los caballos y por su aportación a la doma clásica en la Escuela Española de Equitación de Viena, que en la actualidad es una de las más reconocidas en el mundo, máximo exponente del “Arte Ecuestre”.
En sus libros Podhajky nos dice que, la educación del jinete en la escuela Española de equitación de Viena, se realiza mucho tiempo montando al caballo a pelo cuando éste va a la cuerda, para que aprenda a equilibrarse y a mantener la postura más beneficiosa para los dos.

De sus enseñanzas es necesario destacar lo siguiente:

“De todas las artes, el arte ecuestre es lo que está más cerca del arte de vivir, porque todo lo que nos enseña es directamente aplicable a la vida misma”.

Deben aprender a repartir el peso entre manos y patas.
Las manos son las más cargadas. Hacer coincidir los dos centros de gravedad del caballo y jinete es esencial en el arte ecuestre.

Contacto es la unión entre la mano del jinete y la boca del caballo, para conducirlo y reunirlo.
El caballo buscara un suave apoyo con el bocado, con un contacto permanente y uniforme, buscando un sostén en la rienda “quinta pata”, se dice que el caballo está en la mano.
Permeabilidad existe cuando la tensión de las riendas influye a través de la nuca, del cuello y del lomo sobre las patas del mismo lado, haciéndolas obedecer.

Halagar con la mano y la voz, no necesita caricias en el cuello y menos palmadas.
Dejar andar con riendas sueltas después del ejercicio, poner pie en tierra y mandar al caballo a la cuadra sin montarlo.
La avena y el azúcar, después de los ejercicios son recompensas.


El Ritmo indica la frecuencia de los diferentes movimientos., conservar el ritmo regular debe ser uno de los principales objetos de la doma.
Al paso que no arrastre los miembros, que los levante.
Si acortamos los trancos manteniendo el mismo ritmo se provoca una elevación de las extremidades, esto es la cadencia.

La mayoría de las resistencias provienen bien del miedo que el caballo siente en presencia del hombre, de no comprender lo que se exige o la imposibilidad de realizarlo.

David Muriel Holgado