martes, 22 de noviembre de 2011

LA POSICIÓN DEL JINETE A CABALLO Y SU ASIENTO.

El jinete se situara montado a caballo sin molestarle, que el caballo este cómodo, que el jinete este equilibrado en la montura y a la vez con movilidad y ligereza. No es fácil por eso hay que montar mucho y montar bien. Nos fijamos en los maestros clásicos de la equitación que tanto escribieron sobre este tema.

Así Nuno Oliveira nos habla de la posición del jinete diciendo que: El asiento del jinete forma una sola pieza con el caballo, con su dorso superior estirado pero flexible, sus piernas bajas, sin estar apretadas pero suavemente adheridas al caballo. Nunca tirar de la boca del caballo. Hacer gimnasia, para que se tenga flexibilidad, tranquilidad y seguridad montando, buscando la armonía entre caballo y jinete.

Francois Baucher decía que: “El hombre dará toda su extensión posible al busto, que cada parte de su cuerpo descanse sobre la que se adhiere inferiormente, a fin de aumentar la seguridad de su asiento en la silla; los brazos caerán sin fuerza sobre los costados; los muslos y las piernas deben encontrar, por su fuerza interna, todos los puntos de contacto posibles con la silla y los costados del caballo; los pies seguirán naturalmente el movimiento de las piernas. Solo con la practica se adquiere los efectos del tacto”. “Todo lo que se relaciona con el sentimiento se adquiere, pero no se demuestra”.

Guérinière recomienda que antes de montar hemos de revisar todos los arreos; El ahogadero no estará demasiado justo, para no impedir la respiración, La muserola estará bien apretada, El bocado no estará ni muy bajo ni muy alto, alto rasga los labios, y bajo molesta al colmillo, La barbada bien puesta, La montura bien colocada, al apretar la cincha el caballo se hincha, antes de montar tenerle con la silla puesta y cincha ajustada en la cuadra, hacerles trotar algunos trancos a la mano y comprobar que la cincha este apretada, que la baticola no rocé bajo la cola.
Subirá al caballo: con la vara en la mano izquierda, volviendo la punta para abajo, y con la misma mano tomará las riendas un poco largas, Meterá la punta del pie izquierdo en el estribo y haciendo el movimiento, cogerá con la mano derecha el borren trasero y elevándose rectamente sobre el mismo estribo pasará la pierna derecha bien extendida hasta la punta del pie por encima de las caderas del caballo, soltando al mismo tiempo el borren trasero para que pueda pasar el muslo. Soltará la crin y tomará la vara con la mano derecha con la punta hacia arriba, El dedo meñique entre una y otra rienda, apoyando después sobre ambas el dedo pulgar, Vueltas las uñas hacia arriba y enfrente de la parte inferior del estómago. Tomara su asiento precisa y estrictamente en el medio de la silla y sacar un poco adelante el pecho y el estomago. Tendrá dos partes movibles, el cuerpo y las piernas, Inmóvil sin movimiento desde la cintura hasta las rodillas.
El jinete tendrá postura recta, libre y desembarazada. Los hombros sueltos inclinados atrás, porque si la cabeza y los hombros se inclinasen adelante, el jinete saldría del fondo de la silla, Los brazos deben ir doblados hasta la altura del codo y próximos al cuerpo sin violencia ni rigidez, sobre los huesos de las caderas los codos un poco abiertos, Las piernas caídas por su peso natural, flexibles y sin dureza ni violencia desde la rodilla hasta el talón, volviendo las rodillas hacia dentro, No ir ni muy cerrado ni muy abierto de piernas, No llevar las piernas muy echadas adelante ni caídas atrás, El que monta corto no puede, sin salirse del fondo de la silla, apoyarse en los estribos, y el que monta largo no tiene apoyo alguno en ellos ni seguridad en la pierna. El talón se situara más bajo que la punta, No se llevara el pie vuelto hacia dentro ni hacia fuera, sino en la misma línea de la punta que debe mirar rectamente hacia delante, para aplicar la espuela en su sitio que es cuatro dedos más atrás de las cinchas, La punta del pie saldrá por delante del estribo.
            El método de trabajar sobre el trote cinco o seis meses sin estribos es excelente, porque las piernas caen necesariamente a plomo tomando asiento en la silla obteniendo el equilibrio. No tomara el vicio de sacar de su plomo el cuerpo, que es el mayor de todos los defectos, porque los caballos sentidos van bien o mal, según el contrapeso del cuerpo del jinete este situado.

Luis Ramos Paul nos dice lo importante que es en nuestro asiento, no golpear el riñón del caballo haciéndole perder el equilibrio, debemos desplazar nuestro peso hacia el lado que queremos girar, y si en una espalda a dentro a la derecha simplemente con bajar la cadera izquierda, el caballo no perderá impulsión.

De los artículos de nuestro maestro José Manuel Sales Pons sobre la posición del jinete y como repercute su asiento en el funcionamiento del caballo y su cuerpo, tendremos en cuenta sus enseñanzas. Un asiento correcto, en su sitio, más bien adelantado lejos de las vértebras lumbares del caballo, la acción impulsiva del culo del jinete, resbalando el culo de atrás hacia delante sobre la montura, colabora en el movimiento hacia adelante, evitando las culadas, si trota colocar la espalda un poco por delante de la vertical, se sentara sobre los ísquiones siempre sobre el mismo punto de la montura, un buen uso de las piernas actuando acompasando sobre los abdominales y no con presión continua, usando bien las manos, resistiendo pero nunca tirando, buscando el ángulo más adecuado para que el caballo, en lugar de tirar hacia delante, tense hacia abajo, lo que aumentará la tensión del ligamento nucal. El asiento, adaptarlo al movimiento del caballo, las culadas hacen que los músculos del dorso se contraigan continuamente. Consecuencia del peso y la mano, la locomoción se descompone y sus aires se hacen irregulares.
Que nos lleve bien el caballo. Cuando montamos a caballo, lo primero que tenemos que conseguir es que nos lleve bien sintiéndose él cómodo y sus gestos confortables, le dejamos ir a su aire con riendas flojas (flotantes) pero no largas.
José Manuel nos dice que si cargamos un saco a la espalda, bajamos la cabeza y abombamos la espalda. El caballo con sus siete vértebras cervicales forman una “S”, lo que le permite estirar el cuello y darle múltiples formas con la consiguiente tensión del ligamento nucal, se tensara el ligamento supraespinoso, es el que lleva el peso del jinete, así volverán a su acción normal como músculo locomotor, contracción alterna de los músculos de ambos lados de la espina dorsal. La posición de estiramiento de la línea superior del caballo predispone a la contracción de los músculos abdominales.

Podemos comprobar para asegurar nuestro equilibrio que cuando la pelvis la tenemos en posición neutra y relajada, la musculatura de nuestra zona lumbar y abdominal se conecta automáticamente y quien quiera desequilibrarnos tirando de nuestras  muñecas lo tendrá más difícil.
Un ejercicio para comprobar lo que siente el caballo con nuestro peso encima de él, es el siguiente: Sentados en la montura con la pelvis en posición neutra nos cogemos  una mano con la otra firmemente a la altura del pecho; manteniendo los codos a la misma altura, estiramos ambos codos hacia los lados y sentimos como se incrementa la fuerza de contacto en las manos. Empezamos a relajarnos, a liberar primero la tensión muscular de un brazo y después del otro. Si relajamos un codo y su brazo, notaremos que el otro también se relajará. Montados a caballo nosotros somos como un codo y nuestro caballo es el otro; aquí está la similitud.

David Muriel Holgado.

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